Por un doble 6-3, en una hora y diecisiete minutos, el australiano Nick Kyrgios (671° ATP) se apuntó la exhibición catalogada como la ‘Batalla de los Sexos’ ante la número uno del tenis femenino, la bielorrusa Aryna Sabalenka.
El duelo no pasó de ser un mero partido festivo, amistoso, plagado de buen humor, de buenos momentos y de algunas acciones brillantes, tanto del jugador oceánico, que lleva tiempo sin competir, como de la bielorrusa, la dominadora del tenis femenino.
La pista donde jugó la ganadora de veintiún títulos, entre ellos cuatro del Grand Slam, era más pequeña que en la que se movía Kyrgios, que lleva tiempo al margen de la competición y cuya mejor clasificación fue el decimotercer lugar que alcanzó en el ranking ATP en 2024.
Ahora la ATP fija al oceánico en el puesto 671 de la clasificación mundial tras una temporada en la que solo ha jugado cinco partidos, con una sola victoria, y cuatro derrotas.
La Batalla de los Sexos, otra exhibición que marca al tenis
Este nuevo capítulo de la ‘batalla de los sexos’ fue el cuarto de esta exhibición, que de tanto en cuando asoma por el entorno del tenis. Previamente, lo mostraron al mundo Bobby Riggs y Margaret Court, Riggs y Billie Jean King, ambos en 1973, y después Martina Navratilova ante Jimmy Connors en 1992.
“Fue un partido difícil. Es una competidora increíble y una gran campeona. Ha ganado varios Grand Slam. Era una gran oportunidad. Tuve que concentrarme porque pegaba golpes increíbles. Me encantaría volver a jugar con ella y demostrarle lo que me queda. Fue una batalla reñida. No me siento ganador esta noche. Es un espectáculo ver a alguien como Aryna aquí. Es un gran paso adelante para el tenis” dijo Kyrgios.
“Me he sentido genial. Creo que mantuve el tipo. Tuvo dificultades en algunos momentos y le vi tenso. El partido fue de gran nivel, con golpes buenos. Me moví hacia la red e hice dejadas. Disfruté del espectáculo. Creo que la próxima vez que juegue contra él ya sabré la táctica”, explicó por su parte Sabalenka en la pista.
“Me encantaría una revancha. Es un desafío para mí misma. Me gustaría volver a jugar. Jugar contra un hombre es diferente. Todo es más rápido. Espero tener una buena recuperación y estar lista para la temporada”, reconoció la bielorrusa.
El resultado fue una exhibición más para echar el cierre al año de tenis. Está más que asumida la distancia entre el circuito masculino y el femenino en este deporte. Pero como entretenimiento, es un reclamo y así resultó.