El número uno del mundo y vigente campeón, el italiano Jannik Sinner, supo escapar del malestar físico, el calor en la pista y el empuje del danés Holger Rune, para no faltar a la cita de los cuartos de final del Abierto de Australia y prolongar su aspiración al éxito en el primer Grand Slam de la temporada.
El tenista transalpino sacó adelante un partido complicado, una situación difícil. En la pista, en el juego y en su propio físico, tocado, tal y como demostraron los evidentes ‘tiritones’ que sufrió en el segundo y el tercer set y que le llevaron a solicitar asistencia médica.
El italiano fue al vestuario para ser tratado y todo cambió a la vuelta. Recuperó su mejor versión y terminó por frustrar las aspiraciones de Rune.
Hasta ese momento, los primeros juegos del tercer set, Holger Rune tenía contra las cuerdas al número uno del mundo que se defendía como podía de su malestar.
“Ha sido partido muy duro muy difícil. Pero sabía que Rune había tenido partidos muy largos estos días y que lo podía acusar al final”, dijo sobre la pista Sinner.
“Ha sido una mañana extraña. He tenido malestar. No he podido entrenar”, dijo el vencedor en tres horas y cinco minutos sobre el partido, complementando que “hoy no fui a la cancha. Intenté llegar a la pista lo mejor que pude”.
“No tengo ninguna lesión, es un tema de salud”
Luego de su victoria en cuatro sets (6-3, 3-6, 6-3 y 6-2), Sinner remarcó que “el médico me ayudó. Es un torneo que cuida a los jugadores, que se preocupa de ellos. Y el público también tiene culpa en que haya ganado este encuentro”.
“No me sentía demasiado bien. Me ha costado físicamente, todos lo hemos visto. He venido aquí lo más tarde que he podido. Sabía que sería muy complicado, jugando contra un gran rival, pero también contra mí mismo. He intentado manejar la situación en pista lo mejor posible. Estoy feliz de estar en la próxima ronda”, complementó.
Sinner, además, reconoció que “había hablado ya con el médico antes de saltar a pista, tuve un pequeño control. Me ayudó, me sentí mejor al volver al partido. Mi cara se veía un poco mejor, recuperé el color. Son condiciones muy duras. Todos sufrimos un poco”.
“No me pasa nada en la pierna. Cuando no me encuentro bien, suelo a andar apoyándome en la izquierda, pero no tengo ninguna lesión. Simplemente es un tema de salud”, cerró.