En plena Copa Davis, el Chino Ríos ninguneó al tenis mexicano provocando una humillación en su contra que, por muy poco, condena a Chile a lo más bajo del torneo tenístico por equipos.

En julio de 2002, el equipo chileno de Copa Davis visitaba a México para mantenerse en la Zona I Americana. Liderados por Marcelo “Chino” Ríos, la serie asomaba favorable para nuestro país, pero eso no tardó en cambiar.

Con sus habituales provocaciones, el otrora uno del mundo ‘calentó’ a los jugadores e hinchas aztecas al punto que, una llave que se perfilaba a favor de Chile, por poco termina en papelón.

Finalmente, Nicolás Massú se vistió de héroe y puso a los mexicanos en su lugar.

Chile visita a México

Querétaro fue la sede escogida por los mexicano para la serie de Copa Davis, buscando que el clima fuese un factor a su favor considerando el ranking de los tenistas chilenos.

Ríos ostentaba ser el 25° del ranking ATP, mientras que Massú era 74° del mundo. Por otro lado, Alejandro Hernández (293°) y Marcelo Amador (516°) eran las principales cartas de los norteamericanos.

El ‘Nico’ fue el primero en saltar a la cancha y, sin mayores contratiempos, se impuso por 6-3, 6-1 y 6-0 a Hernández.

Luego fue el turno del ‘Chino’, quien arribó a México con problemas en una de sus muñecas. “Marcelo estaba con un problema articular y mucho entrenamiento anterior que lo tuvo con la mano averiada”, comentó Luis Guzmán, entonces uno de los capitanes del equipo, a El Gráfico.

“Eso le hacia muy difícil sostener la raqueta y tener el feeling que tiene él”, añadió Guzmán, quien comandaba a la escuadra nacional junto a Marcos Colignon.

Pero pese a las dolencias, Ríos, relució su ranking y buen tenis para ganar 7-5, 6-7 (3), 6-3 y 6-2 a Amador y poner la llave 2-0 a favor de Chile.

Pero entonces, el ex uno del mundo abrió la boca. “Fue un buen entrenamiento”, dijo el zurdo de Vitacura.

Y por si eso no bastara, cuando al chileno le consultaron por su duelo ante Hernández, Ríos fue claro: “No lo conozco”.

La furia azteca contra el Chino Ríos

Las palabras del número uno de nuestro país enfurecieron a los hinchas mexicanos, que convirtieron el auditorio Josefa Ortiz de Querétaro en un infierno durante los otros dos días de competencia.

El sábado, la dupla de Bruno Echagaray y Santiago González derrotaron a Massú y Hermes Gamonal por 6-3, 3-6, 6-3 y 6-2, extendiendo la definición de la serie a la jornada dominical.

En primer turno, las dolencias del Chino Ríos, la ganas de revancha de Alejandro Hernández y el caldeado ánimo de los hinchas, derivaron en la derrota del nacional.

7-6 (5), 3-6, 2-6, 6-0 y 6-2 fue el resultado a favor para el mexicano, quien no se guardó nada contra el ex uno del mundo luego de su victoria.

“Marcelo es una persona asquerosa. Es un tipo que abre mucho la boca. Todas las cosas que dijo, que no nos conocía, que era un entrenamiento, no estuvieron bien”, afirmó el entonces 293° del ATP.

“De hecho yo he entrenado más de cinco veces en Australia con él y no sé por qué dice que no me conoce. De seguro, después de este partido, se va a acordar bastante más”, agregó Hernández.

Pero el ‘Chino’, fiel a su estilo, contestó con la misma moneda cuando habló ante los medios.

“Si dice que entrené con él debió haber sido un entrenamiento bastante malo, porque siempre me acuerdo de los buenos”, señaló Ríos, de acuerdo a Emol.

“Además, que alguien diga que soy asqueroso no es nada nuevo. No sé por qué lo dijo, si dije que no los conocía fue porque no juegan en un nivel profesional. Ahora, si les dolió tanto que les dijera que no son nadie realmente, no era mi ánimo”, complementó el otrora uno del ATP.

Massú salva a Chile del infierno

La mesa estaba servida para que México diera el batacazo gracias a Marcelo Amador, quien desafiaba al ‘Nico’ Massú con el efusivo público -eufórico por el alcohol- de su lado.

Sin embargo, los nervios solo estuvieron del lado del azteca, quien poco pudo hacer ante el sólido juego mostrado por el ‘Vampiro’.

Así, el chileno se llevó el quinto punto por un contundente 6-3, 6-4 y 6-4, callando a los hinchas mexicanos que le cantaron “las mañanitas” cada vez que el viñamarino se disponía a servir.

Fue un sufrido triunfo para Chile, que tocó las puertas del infierno pero zafó para evitar su descenso de la Zona I Americana.