La Federación Internacional de Natación ha suspendido por cinco años a la nadadora portuguesa Hannah Caldas tras negarse a someterse a una prueba de verificación de género.
El extenso castigo, prohibe a la atleta originaria de Estados Unidos de participar en cualquier competición de natación femenina tras negarse a someterse al test de verificación.
Hannah Caldas es una reconocida atleta transgénero portuguesa de 48 años, pero que practicó natación por casi una década bajo su nombre primerizo, Hugo.
Ahora, Caldas se disponía a participar en un torneo de natación dentro de su rango de edad y del marco de World Aquatics Masters, hasta que la misma federación internacional le exigió someterse a una prueba genética.
Bajo su propio costo, la nadadora portuguesa debía demostrar el cumplimiento de su requisito cromosómico específico.
Prueba que se exigió después de que la atleta proporcionara a World Aquatics su certificado de nacimiento, donde figura como mujer.
Con esta información, Hannah Caldas violó los artículos del código de integridad de World Aquatics referidos al suministro de información falsa, la falta de honestidad y el comportamiento contrario a los principios de integridad del organismo.
“Las pruebas cromosómicas son procedimientos invasivos y costosos. Mi seguro se niega a cubrirlas porque no son médicamente necesarias”, dijo la nadadora a ABC.
Agregó que “ningún estado de Estados Unidos exige pruebas genéticas para eventos deportivos recreativos como estos. Ni siquiera US Masters Swimming, el organismo rector nacional de la natación recreativa para adultos en el país, las exige para nada”.
La suspensión será válida hasta octubre de 2030 y, de igual modo todos los resultados obtenidos por el deportista entre junio de 2022 y octubre del año pasado serán anulados.