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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La experimentada paracaidista Jade Damarell, de 32 años, falleció al sufrir una caída de más de 4.200 metros en Shotton, Inglaterra, al no abrirse sus paracaídas. Investigación forense determinó que fue un suicidio premeditado, ya que desactivó manualmente el sistema de emergencia debido al quiebre de su relación con Ben Goodfellow, también paracaidista.

La experimentada paracaidista Jade Damarell, de 32 años, murió el pasado 27 de abril al sufrir una caída de más de 4.200 metros de altura cuando practicaba este deporte extremo en Shotton, condado de Durham (norte de Inglaterra).

Su paracaídas ni el de reserva se abrieron al momento del salto, por lo que todo apuntaba a un error técnico al momento de la pirueta.

Sin embargo, según detalla 20 Minutos, la investigación forense determinó que se trató de un suicidio premeditado.

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De acuerdo a los datos recopilados por la Policía británica, la deportista desactivó manualmente el sistema de emergencia, dejándose caer al vacío.

La razón, según el citado medio, fue el quiebre de la relación con su pareja, el también paracaidista Ben Goodfellow.

Por lo anterior, se encontraron en el teléfono móvil de la malograda deportista mensajes de despedida y datos personales.

Desde Sky-High Skydiving, centro de paracaidismo de la tragedia, afirmaron que “nada indicaba un comportamiento extraño antes del salto” de Jade Damarell.

Suicidio
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