La vida de Gustavo 'Guga' Ortiz dio un giro brusco tras un grave accidente en 2017. A casi seis años del hecho, el chileno volvió a hacer lo que más ama y reflexionó acerca de todo lo sucedido. A pesar de todo, se siente afortunado y además, inspira a quienes lo rodean.

Doce años tenía el pequeño ‘Guga’ Ortiz, le gustaban los helados y también, las bicicletas. De perfil callado y ordenado, como dan cuenta sus conocidos, mantiene ese perfil hasta el día de hoy e incluso, mostró esa cualidad cuando su vida dio un giro radical hace ya seis años.

Un catastrófico accidente en el 12 de agosto de 2017, mientras se encontraba entrenando en el Parque Whistler de Canadá, significó un antes y un después para Gustavo Ortiz.

Una mala maniobra, en conjunto con la rapidez de su bicicleta, le fracturó una vértebra en la espalda, la cual, lo dejó sin movilidad desde su zona abdominal hacia abajo. No volvió a caminar.

Pese a aquello, su pasión por el deporte no decayó y más aún, sus ganas de salir adelante

Entre reflexiones y aprendizajes

“No hay una manera única para ver las cosas, hay que enfrentar los problemas”, dijo el exponente nacional a BioBioChile. Y eso, lo aplica tanto para su vida, como también, para la práctica del deporte.

“Antes disfrutaba de la bicicleta como competencia y hoy, la tomo como una aventura”, señaló. Y en esa línea, nació un proyecto que lo trajo de vuelta a las pistas: un vehículo adaptado.

Este tipo de bicicleta adaptada consiste en una silla de ruedas con especificaciones especiales para el terreno outdoor y además, diseñada con un motor eléctrico que alcanza velocidades similares a las de una mountain bike, llamó el interés del otrora monarca chileno de enduro.

Bike adaptada Guga Ortiz
Cedida

Así, en combinación con su presupuesto y la ayuda de marcas como Multibike, Specialized y RedBull, la bicicleta outdoor llegó para quedarse en las manos del sampedrino.

“Canadá me quitó una etapa de la vida, pero me abrió otra”

A estas alturas, el recordar aspectos de su accidente, marcados por una fuerte cobertura de su caso e incluso, tratativas entre los gobiernos chilenos y canadienses para gestionar su regreso a Chile, es un capítulo cerrado para Gustavo Ortiz.

De hecho, el rider confesó que regresó al lugar donde su vida cambió y desde ahí, dio vuelta una página importante de su vida.

“Fue aliviador. Pensé que me iba a pasar algo más fuerte. Cerré ese ciclo casi como una liberación”. Para ‘Guga’ Ortiz no hubo miedo ni tristeza, solo ganas de correr. Así lo hizo.

Asimismo, el joven de 26 años también comentó el rol fundamental de sus pasos por Teletón y el realizar trabajos con kinesiólogos para su recuperación. Allí y posteriormente, nuevamente el deporte estuvo presente: intercambió experiencias y, según él, adquirió “otras formas de ver la vida”.

“Es algo loco, hay muchas historias y otros puntos de vista. Eso es lo que te da una idea de que no hay una sola forma de ver las cosas. De hecho, viajé a Canadá el año pasado y conocí gente que tenía una discapacidad y hacía lo mismo que yo, eso fue muy llenador para mí”, apuntó.

A su vez, y fiel a su estilo, Ortiz se toma con mesura el hecho de que lo cataloguen a su caso como un ejemplo.

“Los problemas siempre van a estar y he aprendido que hay que rescatar lo positivo. Es gratificante motivar a otras personas, pero creo que todos tenemos nuestras luchas y nuestras propias formas de enfrentarlas. Eso también es valeroso”.

Mientras se encuentra trabajando en Multibike, el chileno confesó que aún le ‘pica el bichito’ por volver a correr y apunta a más, manifestando las ganas de participar en el ciclismo adaptado en España.

Eso sí, ‘Guga’ se enfoca actualmente en disfrutar su nueva etapa, lo cual, lo hace reflexionar de vez en cuando.

“A veces me pongo a analizar lo que me pasó y es raro, porque los días más felices que he vuelto a tener sobre una bicicleta han sido en Canadá. Creo que me cerró una puerta de golpe, pero me abrió otra”, agregó Ortiz.

“Me siento afortunado de que mi accidente haya ocurrido haciendo lo que amo”, dijo en entrevistas concedidas en 2017. Hasta el día de hoy, Gustavo Ortiz mantiene esa consigna.

Y es que, de alguna u otra forma, el ‘Guga’ sigue siendo el mismo que cada vez que vuela en la pista, encuentra la razón para afrontar la vida con una sonrisa al destino.