Las mellizas Abraham hablaron con BioBioChile sobre el desarrollo del remo en Chile en los últimos años y de los próximos desafíos, donde destacan los Panamericanos 2023 y el Mundial clasificatorio a los JJ.OO. París 2024

Las mellizas Antonia y Melita Abraham se han convertido, gracias a su brillante rendimiento en el remo, en las figuras de mayor proyección del deporte chileno.

Fueron absolutas protagonistas a nivel regional y mundial en el plano juvenil. Se cansaron de ganar medallas e incluso alcanzaron dos oros en los Juegos Panamericanos de Lima, logros que les permitió ser elegidas por el COCh como las mejores deportistas nacionales del año 2019.

Ahora, las leyendas del remo nacional están dando sus primeros pasos a nivel adulto, donde ya sobresalieron con el segundo lugar conseguido en mayo pasado durante la Copa del Mundo de Remo en Serbia.

Con las Abraham como estandartes, el remo se ha convertido en uno de los deportes que más alegrías le han dado a Chile en el último tiempo. Recientemente, en los Juegos Suramericanos de Asunción (Paraguay), alcanzó seis preseas doradas, una de plata y cuatro de bronce.

Tres de esos primeros puestos salieron del rendimiento de las bogadoras del Club Miramar de San Pedro de la Paz, de 25 años.

Consultadas por este avance sostenido del remo nacional, Melita declaró en diálogo con BioBioChile que “todo parte de un sistema que llegó a traer Bienve (Bienvenido Font, head coach del remo chileno). Este se aplica en todas partes de Chile, no es que en Curauma se haga algo, en Concepción algo distinto y en Valdivia otra cosa. Desde el lunes en todo Chile se hace exactamente el mismo entrenamiento”.

En tanto, Antonia apuntó que ”el sistema es modificado a nivel de clubes, o a cada categoría, pero es una base general. Se hacen además muchas concentraciones de niños y ya están haciendo concentraciones para el programa 2030. Están todos ellos en el CEO y nos ha tocado darle charlas”.

“Ha habido muchos botes de Chile que han estado estos últimos años en finales en competencias internacionales. Hay como siete medallas en campeonatos del mundo desde que llegó Bienve, y de esos solo tres son de nosotras”, agregó.

El desafío de ser absolutas protagonistas en los Panamericanos ‘Santiago 2023’

Uno de los grandes desafíos de las Abraham en un movido 2023 será la participación en los Panamericanos, donde buscarán mejorar ostensiblemente los dos oros conseguidos hace cuatro años en Lima, Perú.

Para las chilenas será clave competir en las aguas donde nacieron, en San Pedro de La Paz, y con la posibilidad cierta de aumentar la ganancia de oros ante la existencia de nuevas pruebas.

“En los Panamericanos lo especial que tiene, además de remar en nuestra cuna (San Pedro de La Paz), es que van a agregar botes, nuevas pruebas, que antes no estaban. Nuestra especialidad es el remo largo y ahora hay dos nuevas pruebas. Podremos liderar ese equipo y poder quizás marcar una buena diferencia. Hay mayores posibilidades de oro”, comentó Melita.

“Se ve positivo el panorama y contentas de poder estar ahí en Concepción, competir allá como locales”, agregó.

Las nacionales esperan crecer a nivel adulto y capturar un boleto para los Juegos Olímpicos de París

Consultadas por los próximos desafíos, Antonia Abraham indicó que “aún no nos reunimos para planificar de lleno el próximo año, pero se supone que vamos a hacer en marzo el Panamericano específico, clasificatorio a ‘Santiago 2023’. Después tendremos algunas Copas del Mundo y en agosto el Mundial que es clasificatorio a (los JJ.OO.) París 2024. Tras ello preparar los Panamericanos de fines de octubre”.

Por su parte, Melita dijo que “en Copas del Mundo adulto siempre hemos estado en las finales y ahora queremos no dar rango y poder ser un bote difícil de ganar. Queremos estar ahí en el Mundial clasificatorio para París y poder estar seguras de que estemos entre las siete primeras y no entre las 10, ya que en esto último está el rango de que por una palada puedes perder la clasificación”.

Apuntar que las figuras del Team Chile quedaron por muy poco fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio, en Japón. “Terminamos duodécimas, clasificaban 11, y perdimos la clasificación en la última palada, porque íbamos los 1.900 metros de 2.000 en posición de clasificar. Y ahora no vamos a dar ese rango tan estrecho….”, sentenció Melita.