Los ánimos no están buenos al interior de Universidad Católica. Y es que la caída en el Clásico ante Universidad de Chile ha puesto sobre las cuerdas al técnico Gustavo Poyet, quien ha optado por no quedarse de brazos cruzados.

El estratega uruguayo está consciente que no es del agrado de toda la parcialidad cruzada y, para reencontrarse con los buenos resultados, intentó dar un “golpe de autoridad” y pidió a la dirigencia la salida de seis jugadores.

De acuerdo a TNT Sports, estos serían tres referentes del plantel de ‘La Franja’ y tres juveniles, uno de ellos de mucha proyección, lo que no cayó nada de bien en la cúpula del elenco de la precordillera.

“La idea del charrúa es liberar las cargas, siente que los jugadores no está comprometidos con lo que él dice”, detallaron en el programa “Pelota Parada”.

“Quiere tener un poco el control de este camarín, ya que Poyet siente que estos tres líderes no están recepcionando bien sus mensajes”, añadieron desde el citado medio.

Molestia en la dirigencia

Esta solicitud molestó tanto al interior de Cruzados que, según TNT Sports, ya iniciaron la búsqueda de alternativas para poner fin al ciclo del uruguayo sin tener que pagarle los meses que le quedan de contrato (diciembre de este año).

Pese a que su relación con el plantel no es la mejor, para Poyet no es opción renunciar y, por lo anterior, la directiva del club ya idea fórmulas para lograr un acuerdo económico.

Mucha presión para el estratega cruzado que, para peor, recibió una fecha de suspensión por su expulsión ante Deportes Antofagasta y no estará en la banca ante Deportes La Serena, este domingo 7 de agosto, en San Carlos de Apoquindo.