Lo que debía ser una tarde deportiva terminó convertido en un violento enfrentamiento en la ‘Liga El Salar’, en Antofagasta. Durante un partido de fútbol amateur, jugadores y espectadores protagonizaron una batalla campal cuyos motivos aún no están claros.
La violenta jornada quedó registrada en un video ampliamente difundido en redes sociales. El registro fue compartido por el dirigente social Luis Ramos Bustos, quien aseguró que los hechos ocurrieron el pasado domingo 30 de noviembre.
El registro, captado en el recinto deportivo de la Liga El Salar, muestra una verdadera batalla campal con palos, piedras e incluso bates. Esta brutal riña dejó a jugadores y público en medio de golpes y armas improvisadas.
A partir de la publicación, Ramos abrió una reflexión que va más allá del episodio puntual. “Es una lástima que el deporte amateur, y en particular el fútbol de barrio, se vea empañado por incidentes como el publicado”, comenzó diciendo.
“Más allá de los detalles específicos del altercado, como la presunta intención de exjugadores de perjudicar a un equipo, en este caso Milenium, el verdadero foco debe estar en cómo estamos abordando y apoyando el fútbol amateur en Chile”, agregó.
Para el dirigente nortino, el fútbol de barrio no es solo un espacio deportivo, sino un eje vital para la identidad de muchas comunidades.
“El fútbol de barrio es mucho más que un juego; es el corazón de la comunidad. Otorga un profundo sentido de pertenencia que se manifiesta en varios niveles, los equipos suelen representar una calle, una población, o un sector específico. Es un espacio donde se cruzan generaciones jugadores, dirigentes, hinchas, fomentando lazos de amistad, respeto, cuando funciona bien, y colaboración vecinal. Sostiene la cultura de la solidaridad y el apoyo mutuo”, indicó.
Además, puso énfasis en los problemas que se repiten en diversas ligas del país: canchas en mal estado, falta de camarines y servicios básicos, escaso financiamiento y reglamentación insuficiente, además de árbitros sin protección ni respaldo institucional, situación que dificulta mantener el orden y la imparcialidad en los partidos.