El elenco de Calama anunció la medida a través de sus redes sociales, donde también explicó el nuevo rol que tendrá Fernando Ramírez.

No hay manera de que se calmen las aguas en las huestes de Cobreloa. Tras la polémica entre su presidente Fernando Ramírez y su delantero David Escalante, con acusaciones de agresiones de por medio, la directiva del club cortó el problema de raíz y oficializó un cambio de mandamás, provocando un terremoto en la tienda naranja.

A través de las redes sociales de la institución, este martes, el directorio dio a conocer los cambios en la mesa de trabajo loína, reubicando a Ramírez como director y a Marcelo Pérez al mando.

“Como ha sido de conocimiento público, debido al complicado momento institucional que atraviesa el club, es que, en una reunión válidamente convocada, haciendo uso de sus facultades y en fiel cumplimiento con los estatutos, en concordancia con los cuerpos legales que rigen la actividad, se ha resuelto reestructurar los cargos al interior de éste”, puntualizaron.

El conflicto entre el ahora expresidente y ‘Chiquito’ fue la gota rebalsó el vaso en el combinado nortino, luego de que Ramírez denunció una agresión por parte de Escalante en un encaramiento. Una acusación que el propio futbolista desmintió, lo que trajo consigo una investigación interna por parte de la dirigencia.

“El presente directorio confirma y reafirma sus intenciones de estar a la altura de la historia de la institución, ratificando el apoyo a nuestro destacado plantel de jugadores, cuerpo técnico y funcionarios que son parte de la gran familia de Cobreloa”, manifestaron.

Los descargos de Ramírez

A raíz de esta abrupta decisión, Fernando Ramírez conversó con El Mercurio de Calama, donde realizó sus duros descargos y acusó una toma ilegal de poder.

“Siempre dije que si las bases del club, los verdaderos dueños, los socios, me pidieran que deje mi cargo, lo haré, pero no por un golpe de Estado dentro del mismo directorio, algo ilegal y que se salta a quienes realmente tienen que tomar estas decisiones”, reclamó el exmandamás.

En la misma línea, el dirigente hizo un llamado a no quedarse con los brazos cruzados e instó, sin pelos en la lengua, a los socios loínos a realizar un ‘motín’ interno.

“El llamado es a que los socios se organicen rápidamente y tomen el control del club”, recalcó, aunque desmarcándose de acusaciones anteriores: “Una cosa es que yo conozca a gente de la barra desde hace años, pero otra es que yo les pague para que presionen gente, que reciba coimas por traspasos o que mande a presionar a los funcionarios. Estoy dispuesto a cualquier investigación”.