Carlos Humberto Caszely no le encuentra la vuelta a la tristeza, tras la muerte de su esposa María de los Ángeles. "Fui inmensamente feliz desde que nací al 22 de febrero", señala

Con la tristeza pegada en su alma. El legendario goleador de La Roja y de Colo Colo, Carlos Humberto Caszely, sigue demasiado lejos de superar la partida en el pasado mes de febrero de su compañera de vida: María de los Ángeles Guerra.

A su esposa por cinco décadas se la llevó un cáncer que ya había vencido en una oportunidad. El golpe más duro en la existencia del ‘Rey del metro cuadrado’, de 72 años.

En un franco diálogo con El Mercurio, el ‘Chino’ exteriorizó su dolor. “Despierto y no sé qué hacer (…) Fui egoísta. No quería que se fuera. Mis hijos lo procesaron mejor que yo, unos tres meses antes fueron asumiendo lo que venía. Pero yo no. Yo no estaba preparado”, declaró.

“La muerte de mis padres fue dolorosa, pero esto no se compara, es mil veces más doloroso (…) Fui inmensamente feliz desde que nací al 22 de febrero”, agregó.

La pena embarga al mundialista en Alemania 1974 y España 1982. Durante la charla las lágrimas recorren su rostro y apunta cabizbajo “Tengo el corazón negro”, admitiendo que por primera vez en su vida ha visitado al psiquiatra y ha tomado pastillas para dormir.

Pese a la terapia, Caszely tiene claro que “la angustia puede pasar, la pena nunca” y agrega que las condolencias, pese a agradecerlas, hoy no sirven de nada en su ánimo. “Es que es tanto el dolor que eso no sirve de nada. No calma, no alivia”, dijo.

Unas de las pocas cosas que le ha hecho ‘click’ en este período de duelo, que parece eterno, fue una frase de “un señor de pelo cano”, como dice el exartillero. “Se acercó y me abrazó: ‘No has pensado si hubiese sido al revés, que hubieras sido tú el que partió y no ella. ¿Te gustaría verla sufrir como estás sufriendo?’”.

“’Obvio que no’, le respondí…Ha sido una de las pocas cosas que me ha sacudido. Nunca supe quién era. No sé su nombre. Nunca más lo vi”, apuntó.

Un 2022 que nunca olvidará Caszely, principalmente por la partida de su compañera y de personas que apreciaba enormemente en el fútbol. “La pena es muy grande. No sé, este año ha sido… primero María de los Ángeles, después Leonel Sánchez, Marco Cornez y el doctor de Colo Colo Álvaro Reyes… es como estar en la primera fila, estamos en la primera fila”, indicó.

El ídolo albo no le encuentra la vuelta a la tristeza, pese a estar siempre en contacto con sus cuatro hijos. Un árbol de dos metros que plantaron en un parque (un liquidámbar) es el sitio de encuentro hoy entre Caszely y su mujer. Allí se va a pasear solo, café en mano, cigarrillo encendido y escuchando canciones en su celular que la recuerdan.