En la región del Bío Bío hay un exfutbolista que juega el partido más importante de su vida. Alejado de las canchas de fútbol, junto a su familia, amigos y cercanos, tiene el objetivo de recuperarse lo que más pueda de un trágico accidente.

Pablo Otárola jugaba en Deportes Temuco cuando el 20 de marzo de 2015 chocó con un camión en plena carretera cuando se dirigía desde Temuco a Concepción, su ciudad natal. El trágico accidente dejó a Pablo en coma en un inicio y con escasas chances de seguir con vida.

Sin embargo, el tremendo esfuerzo de sus cercanos ha tenido recompensa. Lenta y sufrida, pero recompensa al fin. A casi cuatro años del accidente, Pablo respira gracias a un procedimiento que se llama traqueostomía. Además, al igual que desde que llegó a su casa, continúa con tres sesiones de kinesiología al día.

“Pablo cada vez tiene más normal su mirada. No se puede comunicar directamente, si queremos que nos responda sí o no, eso no pasa. Prácticamente está en un estado de mínima conciencia. Hay ratos que esta más ‘conectado’. Por ejemplo, cuando lo vienen a ver sus amigos él los reconoce, pero si no te conoce no te mira”, explica a BioBioChile Andrea Otárola, una de las hermanas del exfutbolista.

“Pablo no está todo el día acostado como era al principio, ahora ya logra tener control de su cuerpo, más control de cabeza y eso es gracias a los kinesiólogos”, añade.

Junto a sus hermanas y sus papás se turnan para que Pablo esté siempre acompañado. Además, también han tenido que enfrentar los costos económicos que ha traído el accidente de Pablo. Si bien la isapre los ayuda con el 70% de los tratamientos kinesiológicos, los medicamentos, los médicos y todos los gastos asociados corren por cuenta de la familia.

“Él (Pablo) recibe su pensión, y el Gama (García) nos ayuda con los pañales”, comenta Andrea. La hermana del exTemuco se refiere al presidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup), Gamadiel García, que desde que asumió como presidente del sindicato, ha podido materializar ayuda que va directamente en beneficio de su amigo Pablo.

Andrea reconoce que los avances en el estado de salud de su hermano son en parte gracias a sus amigos y colegas: los futbolistas.

Ayuda del Sifup

“Primero le regalaron un tecle (una maquina para asistir movimientos), y ahora se están haciendo cargo de los pañales, que nos traen cada seis meses. Gamadiel siempre está preocupado, llamando, preguntando que le falta a Pablo. Han sido de gran ayuda, nada que decir”, cuenta Andrea Otárola.

Por su estado, el exdefensor de Huachipato y Lota, entre otros equipos, necesita de una gran cantidad de pañales, los cuales ahora todos corren por cuenta del Sifup.

El presidente de la organización de futbolistas, Gamadiel García, es la cara visible de toda esta ayuda. El caso de Otárola es especial para ‘Gamagol’, ya que es amigo desde hace varios años de Pablo, y no ha parado de estar a su lado en estos años que lleva luchando por su vida.

“Hicimos un convenio con una empresa de pañales que se llama ‘keepers’ y nosotros le aprovechamos de distribuir esos pañales no solo a Pablo, sino que también a más casos de gente que son del fútbol que están en casos similares al de él”, cuenta García, que conoció a Otárola cuando ambos coincidieron en Huachipato, y forjaron una amistad que se extiende hasta estos días.

“Hemos tratado de aportar en varios sentidos. Lo que pasa es que hay mucha gente que prometió muchas cosas y después desaparecieron”, se lamenta el exfutbolista en conversación con BioBioChile.

Porque a Gamadiel García le gusta hablar de ‘compromiso’ más que de ‘ayuda’ por parte del Sifup en estos casos.

“Había un compromiso previo del Sifup en pagar la clínica de Pablo, pero no se cumplió. Lamentablemente cuando salió la directiva anterior, la cuenta de la clínica de Temuco quedo ahí, una cuenta millonaria que la está costeando su familia”, explica García, que desde que tomó el mando del Sifup se preocupó de acercarse a los casos como el de Otárola.

El representante de los jugadores de fútbol es majadero en recalcar que “hemos tratado de que esto sea constante, que la familia pueda contar con nosotros, y no asistencialismos, que aparecen para la atención mediática nada más”.

Mientras el entorno del jugador trabaja palmo a palmo con el Sifup, Gamadiel García se desmarca de su cargo en la organización para hablar como amigo y reconocer una mejora en el estado de Pablo Otárola.

“Yo veo pequeños grandes cambios. No nos podemos comunicar con él, pero cuando lo voy a ver le cuento historias y me reconoce, se ríe. Vemos que hay reacciones y eso es esperanzador. Esto es todo gracias a su familia”, comenta García.

Tanto la hermana de Pablo como toda su familia saben que ha habido avances que motivan aún más para seguir luchando junto a Pablo en el partido más importante de su vida.

La meta es sacarle la traqueo (la máquina que se requiere para hacer la traqueostomía) y esperar que vaya evolucionando cada vez mejor y confiando que así va a ser”, concluye Andrea Otárola, mientras con la familia se preparan para que se cumpla el cuarto año desde el accidente que sufrió Pablo.