El elenco de Mauricio Pochettino fue una visita ingrata para los de Guardiola, que otra vez encontraron a Rodri en el momento justo para escapar de lo que era una sorpresiva caída en casa.

Soñó el Chelsea, gracias al vengativo Raheem Sterling, con tomar el Etihad Stadium y someter al Manchester City a su primera derrota en casa del año. Soñó hasta que Rodri, experto en momentos críticos, enganchó uno de sus clásicos misiles y colocó un empate que aprieta aún más la Premier League.

En una tarde en la que se saboreaba en el ambiente una goleada parecida a la de febrero de 2019, cuando los ‘Sky Blues’ ganaron 6-0, el Chelsea, como ya hizo en la ida, dio sorprendentemente la cara.

Mauricio Pochettino tomó nota del peligro que hizo el Copenhague con espacios y apretando la salida de balón del City, los ‘Blues’ encontraron vías para hacer daño.

A la segunda oportunidad que tuvieron, en una pared en banda entre Jackson y Palmer, el africano sirvió la pelota para que Sterling dejara por los suelos a Kyle Walker y marcara ante Ederson.

En el otro extremo del campo, Haaland no paró de errar ocasiones, sobre todo de cabeza. Una decena de oportunidades falladas que evitaron que el City pudiera resolver el trabajo antes de tiempo y que permitió que el Chelsea, a la contra, rozara el finiquito. Sterling, en una buena parada de Ederson, dejó escapar una noche soñada.

Y como en la mayoría de partidos importantes del último año, apareció el sello de Rodri. Tras un disparo de Walker que repelió Disasi, el español otra vez mostró su zurda y con un remate que rebotó en Chalobah, igualó el compromiso al minuto 83.

Pese a los esfuerzos para intentar el segundo, el City se conformó con un empate que les dejó terceros con 53 puntos, con un partido menos que el Arsenal (55) y el Liverpool (57). El Chelsea es décimo una jornada más, igualado con el Brighton y aún lejos de puestos de torneo internacional.