El exjugador de la Selección Argentina conversó con un periodista antes de ser ingresado y reconoció haber tocado fondo.

El exfutbolista argentino Ezequiel Lavezzi atraviesa un delicado problema de salud que, de acuerdo a diversos medios trasandinos, lo tiene internado en un centro médico especializado en psiquiatría desde el 7 de enero de este año.

Pese al complejo panorama del ‘Pocho’, el periodista Matías Vásquez de El Trece aseguró que pudo conversar con el exjugador del París Saint-Germain antes de ser ingresado al centro psiquiátrico.

“Es duro, pero tengo que hacerlo. Tengo que cambiar mi vida y mis hábitos, y tengo que hacer todo esto por mi hijo. Había ido demasiado lejos. Intenté limpiarme solo en mi casa, pero no pude. No me quedó más remedio que venir aquí”, habrían sido las palabras de Lavezzi, apuntando a que su principal problema era el exceso de alcohol.

De acuerdo a Vásquez y, en la misma línea, el exdeportista agregó: “Venía zarpado y no me quedó otra solución”.

Cabe consignar que este calvario salió a la luz el 20 de diciembre de 2023, cuando Lavezzi debió ser internado de urgencia por -aparentemente- una puñalada en su abdomen que había recibido en su propia casa.

Sin embargo, esta versión fue explicada por su propio abogado, Marcelo D’Alessandro, quien detalló que “de madrugada, (Ezequiel) empezó a gritar y a decir que había gente en la casa. Su hermano empezó a buscar por todos lados y tomó unas tijeras. Luego, le dijo que no había nadie. Lavezzi insistió. En ese momento, entró en un estado de tensión y perdió los estribos, al caerse, ‘Pocho’, que ya se había lesionado la clavícula en un partido y, por tanto, era propenso a volver a lesionarse, sintió un dolor agudo. Las heridas fueron causadas por estas tijeras y no por ninguna otra lesión“.

A pesar de no existir ninguna información oficial respecto del estado de salud del exfutbolista, los principales medios de comunicación trasandinos apuntan a que se encuentra internado por un cuadro de hipomanía, un trastorno crónico del estado de ánimo que vendría arrastrando hace bastante tiempo y que le produce “exaltación mental, caracterizado por unos niveles desorbitados de energía, desinhibición y propensión a la irritación”.