Desde las 10:00 horas de este lunes, el Vila Belmiro inicia el velatorio del fallecido exfutbolista.

Durante la madrugada de este lunes, un grupo de aficionados brasileños no durmieron y pasaron la noche guardando fila en el estadio del Santos, el Vila Belmiro, para decir presente en el velorio de Pelé, fallecido el pasado jueves a los 82 años.

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La despedida al ícono de la ‘Canarinha’ y el fútbol mundial está prevista para las 10:00 horas, en el recinto del estado de Sao Paulo, donde se espera un lleno total en las graderías.

Uno de los primeros en guardar fila fue Marcos Ribeiro, un enfermero, que llegó al estadio a las siete de la tarde del domingo, después de recorrer por carretera unos 500 kilómetros desde la ciudad de Curitiba.

Así lo relató el propio Ribeiro a la agencia internacional EFE, donde señaló que conoció a Pelé hace unos quince años, cuando el astro brasileño desarrollaba un proyecto social en el hospital donde él trabajaba.

“Cuando supimos de su muerte, insistí en venir con mi familia, con mis dos hijos. Es un momento de tristeza, pero también de alegría por el legado que dejó”, expresó el hincha.

Por su parte, Andreia Leite, cargando un bebé en brazos, llegó a la fila con su familia, procedentes de Sao Paulo, alrededor de las dos de la mañana, acompañando a su marido, un “amante al fútbol”.

“Pelé fue un hito para la historia. Está por encima de cualquier equipo y une a las naciones”, manifestó Leite, cuya familia es toda del Corinthians, uno de los rivales históricos del Santos de Pelé.

Otro aficionado que conversó con el citado medio fue Igor Lima, vestido con la camiseta del Santos, decidió acompañar el cortejo fúnebre que llevó esta madrugada los restos mortales de Pelé desde Sao Paulo hasta Santos, ciudad portuaria ubicada a unos 80 kilómetros de la capital regional.

“Él lo merece, no importa la distancia. Soy fanático por el Santos, todo lo que pueda investigar sobre él lo hago. Pelé era de otro planeta y no va a haber otro igual nunca. Vale la pena estar aquí”, sentenció.

La capilla ardiente, instalada en el centro del césped del estadio Vila Belmiro, permanecerá abierta por 24 horas para recibir a los aficionados y las autoridades.