El ala-pívot volvió a hacer de las suyas y provocó un carrusel de emociones en la interna de Golden State Warriors.

Golden State Warriors logró, este miércoles, una trascendental victoria por 101-93 en el campo de Orlando Magic para alimentar sus opciones de llegar al ‘play-in’, pese a una nueva expulsión de Draymond Green, quien recibió una doble técnica por protestarle a los árbitros apenas en el primer cuarto.

Ni siquiera habían pasado cuatro minutos de partido cuando Green le protestó con rabia al juez Ray Acosta después de una falta pitada a Stephen Curry, hasta que este le expulsó por una doble técnica.

Y es que Green perdió la calma y siguió protestando varios segundos antes de dejar la pista, mientras era evidente la decepción de Curry. La estrella de los Warriors, frustrada por la nueva expulsión, rompió a llorar y se cubrió la cara con su camiseta en el intento de contener sus emociones. Aunque minutos más tarde, exteriorizaría todo su enojo pateando una de las sillas del banco de suplentes.

A pesar de la expulsión, los Warriors, que pelean con los Houston Rockets para retener la décima plaza en el Oeste, la última que da acceso a los ‘play-in’, consiguieron triunfar en el campo de los Magic.

Sin embargo y pese a la victoria, el entrenador del elenco de San Francisco, Steve Kerr, también mostró su decepción con Green y no ocultó su molestia en conferencia de prensa por una nueva expulsión del ala-pívot.

“Qué lástima. Fue desafortunado. Se lo merecía, pero se recuperará”, apuntó el DT al final del juego.

La de Orlando es sólo la última expulsión de un Green que vivió, este año, la temporada más turbulenta de su carrera. El cuatro veces campeón de la NBA recibió en diciembre una suspensión de trece partidos por darle un manotazo en la cara a Jusuf Nurkic en el partido entre los Phoenix Suns y Warriors.

Green, imprescindible en los Warriors de Stephen Curry y Klay Thompson, ya ha sido expulsado en cuatro ocasiones en esta temporada.