La acción ocurrió a solo segundos de que finalizara el compromiso entre los Houston Rockets y los New York Knicks. Los jugadores visitantes se tomaron la cabeza.

Los árbitros del partido entre los Rockets y los Knicks reconocieron este lunes que se equivocaron en una falta en el último segundo, que cobraron a Jalen Brunson y que acabó con la victoria de Houston frente a Nueva York por 105-103.

Con 103-99 a falta de 48 segundos, Brunson embocó dos tiros seguidos y empató el encuentro para los Knicks (103-103), justo cuando quedaban 8.3 segundos para evitar la prórroga.

Tras el tapón de Precious Achiuwa a Jalen Green, el balón acabó en las manos de Aaron Holiday, cuyo triple sobre la bocina no entró.

Sin embargo, los árbitros decidieron sancionar una falta de Brunson que cambió todo. En la ejecución de la falta a su favor, con 0.3 segundos para el final del duelo, Holiday metió los dos de sus tres tiros permitidos y ganó el partido para los New York Knicks.

Fue ahí cuando ya finalizado el encuentro, los árbitros admitieron su error a través de un comunicado.

“En directo pareció que el contacto en la parte inferior del cuerpo era ilegal. Después de ver la jugada en la revisión de pospartido, el jugador que atacaba fue capaz de regresar a su posición normal en la pista“, rezó la primera parte del escrito.

Respecto de la falta, los jueces de cancha de la NBA sentenciaron que “el contacto (entre Brunson y Holiday) ocurrió después de que lanzara el balón, por lo que es fortuito y marginal al intento de tiro y no debería haber sido pitado“.

Aquel polémico desenlace supuso la tercera derrota seguida de unos Knicks todavía dolidos por las bajas de Julius Randle, OG Anunoby e Isaiah Hartenstein.

Con 27 puntos y 7 asistencias, Jalen Brunson fue el más productivo de los neoyorquinos. Por su parte, Dillon Brooks (23 puntos) fue el máximo anotador de unos Rockets con un registro de 24-29.