Pese a no poder debutar con New Orleans Jazz por estar embarazada, la hazaña de la fallecida medallista olímpica llegó hasta la pantalla grande.

Con la creación de la WNBA en 1996, las mujeres comenzaron a ganar terreno en el básquetbol estadounidense. Una irrupción de la liga femenina que permitió que jugadoras de la talla de Diana Taurasi, Cynthia Cooper o Tamika Catchings escribieran su nombre en la historia del deporte. Pero, ¿y antes?

Pese a la inclusión del baloncesto femenino en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, los principales talentos de Estados Unidos no tenían dónde jugar. Justamente, en esos años, emergió la legendaria figura de Lusia Harris; la primera, única y última mujer en ser seleccionada en un Draft de la NBA. Un talento superlativo que nació en una época equivocada.

De medallista olímpica a estrella de la NBA

De acuerdo a los propios registros de la NBA, la leyenda de Harris comenzó en el pequeño pueblo Minter City de Mississippi, donde nació (en 1955) y creció en el seno de una familia humilde dedicada al rubro de la recolección de algodón. Pese a lo modesto de sus recursos, su casa era de las pocas que contaba con un televisor, que utilizaba para ver semana a semana a estrellas como Wilt Chamberlain, Oscar Robertson y Kareem Abdul-Jabbar, sus principales ídolos de infancia.

El amor por el baloncesto despertó temprano en Lusia, quien practicó día y noche -con lo que tenía a su alcance y con alguno de sus diez hermanos- para llevar al Amanda Elzy High School, su instituto, a las finales nacionales. Ya desde pequeña se podía ver su talento, algo que explotó años más tardes en la universidad.

En sus cuatro años universitarios, su promedio no bajaba de los 26 puntos y 14 rebotes por partido. Un extraordinario rendimiento que la llevó a ser nominada por EE.UU. para Montreal 1976, donde lideró al conjunto americano a la medalla de plata, luego de perder en la final ante la Unión Soviética.

La universidad le quedaba pequeña a Harris y, sin una liga femenina a nivel nacional, fue el elenco de la NBA, New Orleans Jazz -actualmente Utah Jazz-, que dijo: ‘¿Y por qué no?’.

Lusia Harris
Foto: USA Basketball

Fue así como, en el Draft de 1977, el equipo dirigido por el mítico Pete Maravich seleccionó a Harris en la séptima ronda, por delante de Jack Sikma, Norm Nixon y Rickey Green, quienes fueran All-Star años después. Una elección que estaba destinada a marcar un antes y un después en la liga.

Matrimonio, embarazo y un “no” a la NBA

Sin embargo, el paso de Harris en la NBA no alcanzó a concretarse. Las diferencias físicas entre ambos géneros, su salud mental y la decisión de formar una familia, fueron los principales motivos para que la medallista olímpica le dijera “no” a la principal liga de baloncesto masculino. Una respuesta que acabó por frenar su carrera.-

En el cortometraje documental titulado ‘The Queen of Basketball’, contó cómo fue que rechazó a la NBA.

“Quería seguir jugando, pero no tenía dónde. En mi época, no podía jugar en la WNBA porque no existía. Mi novio de instituto, George, me pidió matrimonio y acepté. Luego, sonó el teléfono y alguien de los New Orleans Jazz preguntó por mí. ‘Queremos que vengas y hagas una prueba con el equipo’, me dijeron”, relató Harris.

Cartel en honor a Harris en Winter City
Cartel en honor a Harris en Winter City

En la misma línea y pese a concretarse la elección del elenco de New Orleans, la exbasquetbolista explicó los motivos de por qué decidió declinar de este ofrecimiento.

“Hay varias formas de enfermedad mental. La mía es el trastorno bipolar… Ya había decidido formar una familia, creí que era un truco de publicidad y sentí que no estaba suficientemente preparada. Competir contra mujeres, sí. Pero competir contra hombres es otra historia. Dije que no. Le dije que no a la NBA”, recalcó.

En el mismo año, Harris anunció su retiro profesional a los 22 años. Y es que, la WNBA se creó 20 años después, por lo que sólo le quedó seguir vinculada al baloncesto tras volver al instituto como profesora y entrenadora. No obstante, su legado siguió creciendo en el deporte colegial y univesitario y nunca mostró arrepentirse de su decisión.

“Tengo buenos recuerdos de cuando jugaba al baloncesto. Pero no me arrepiento de no haber ido a la NBA ni un poquito. ¿Sabes por qué? Christopher es abogado. Eddie tiene un master. Christina se ha doctorado. Crystal también, precisamente en mi universidad, Delta State. Todos son buenos deportistas. Hace poco ellos, mis hijos, me dijeron: ‘Mama, no sabíamos que fuiste una estrella’. Y les contesté: ‘Sí, tuve mis días buenos"”, contó.

La primer mujer negra en ingresar al Salón de la Fama del Básquetbol

Pasaron los años y nunca se logró ver un caso similar al de Lusia Harris; un talento que rompió las barreras de género y que comenzó a trazar el camino del baloncesto femenino en Estados Unidos.

Gail Marquis, rival y excompañera de Harris en la liga universitaria recordó en ESPN lo que significó para ella enfrentarse a este extraordinario talento: “Todas aprendimos de ella… Pensábamos que éramos buenas, entonces vimos en ella el próximo nivel de básquetbol, y no estábamos ahí. Ella afectó a tantas jugadoras. Ya sea si teníamos la oportunidad de verla o jugar contra ella, debías elevar tu juego”.

En 1992, volvió a hacer historia. Esta vez, convirtiéndose en la primera mujer negra en ingresar al Salón de la Fama del Básquetbol, siendo también llevada al Hall of Fame de la WNBA en 1999.

“Si hubiera sido un hombre, habría habido opciones para mí, podría haber seguido jugando. Seguramente, hubiera ganado más dinero, hubiera podido hacer muchas cosas… Sí, los jugadores de mi época ya eran millonarios y famosos, pero yo lo único que quería era jugar más”, reconoció Harris en una entrevista con el periódico Chicago Sun Times.

Cabe consignar que en 1976, otra mujer, Denise Long, fue seleccionada en el Draft de la NBA, aunque su elección fue anulada por los agentes de la liga. Por su parte, Ann Meyers logró firmar un contrato con Indiana Pacers en 1979 y llegó a entrenar con el primer equipo, sin embargo, nunca fue seleccionada, por lo que el caso de Harris sigue siendo la excepción… Una historia que llegó a los Oscar.

Lusia Harris
Foto: Chicago Sun Times

The Queen of Basketball

Y es que el legado de Lusia Harris no sólo fue reconocido por el mundo del baloncesto femenino, sino que también por estrellas de la talla de Stephen Curry y Shaquille O’Neal, quienes no se quedaron sólo con buenas palabras hacia la exbasquetbolista, sino que fueron más allá y se convirtieron en productores ejecutivos del cortometraje documental de la vida de la única mujer drafteada en la NBA; ‘The Queen of Basketball’.

Póster de 'The Queen of Basketball'
Foto: iMDB

Una obra de 22 minutos dirigida por Ben Proudfoot que muestra la hazaña conseguida por Harris y cómo logró romper estereotipos en plena época de los 70′, enfatizando también en la libre elección de las mujeres deportistas de cómo continuar sus carreras.

Tras su estreno, la cinta comenzó a hacerse su espacio en la pantalla grande con un sinfín de críticas positivas, que la llevaron a presentarse en los Premios Oscar de 2022, donde se quedó con la estatuilla como ‘mejor documental corto’.

“Si hay alguien por ahí que todavía duda si hay una audiencia para las atletas femeninas y si sus historias son valiosas, entretenidas o importantes… que este premio de la Academia sea la respuesta”, expresó el director tras recibir el galardón.

Un año después del estreno del cortometraje documental, un 19 de enero de 2022, el básquetbol estadounidense sintió el pesar del fallecimiento de Lusia Harris a la edad de 66 años. La muerte de un ícono que dejó un legado imborrable en el deporte femenino y que logró el gigante reconocimiento que no pudo tener en vida.

“Ojalá Lucy pudiera haber estado aquí para esta victoria, pero seguro que lo estará celebrando en el cielo”, escribió’ Shaq’ en sus redes sociales para celebrar el premio.