La historia comienza así: “Faltan (…) para que acabe el año, pero no es necesario ser ni particularmente brillante ni visionario ni atrevido para atreverse a sentenciar (…) Algunos incluso se aventuran más allá y apuntan a que un solo año quedará chico y la repercusión (…) será de mucho más larga duración…”.

¿Cuánto?

Por Marcel Socías Montofré

No se preocupe. Faltan sólo 68 páginas. Aunque hay datos importantes de spoilear: “…esta vez no fue el corazón de África el epicentro, sino el corazón de China. Incluso, el punto de arranque tuvo desde el minuto uno un domicilio perfectamente establecido…”.

¿Más datos?: Una Temporada en Isla Negra y el autor se llama Pablo.

Litoral Central de Chile. Entre Cartagena y Algarrobo. América del Sur.

También se sabe que las obras del autor –Pablo- se reparten en colecciones privadas de Chile, España, México, Inglaterra y Estados Unidos.

Sigamos.

En la página 13 (nótese el número) el autor asegura que “al revisar esas líneas es imposible que no te atraviese un estremecimiento”.

Luego -con fecha 29 de marzo de 2020- asegura que “un equipo de la Universidad de Columbia, por ejemplo, presentó hace poco los resultados de un estudio, escasamente atendido: 86% de los casos de contagio, en China donde partió la plaga, correspondería a “indocumentados”, es decir, personas que estarían efectivamente contagiadas con el virus pero serían asintomáticas o, a lo más, presentarían síntomas demasiado leves para ser considerados como “enfermos”. En otras palabras, el nuevo virus —el que, si en algo hay hasta acá contundente consenso, es altamente contagioso— habría infectado a un número sensiblemente mayor —digamos, cinco, quizá diez veces mayor— al de la contabilidad “oficial”. Cualquiera de nosotros podría estar ya infectado, hace ya rato incluso, pero, aparte de un dolor de cabeza pasajero, no sentiríamos nada”.

¿De verdad quiere seguir?

Bueno. Sigamos.

Pablo se da cuenta (recuerde: Una Temporada en Isla Negra).

Página 37. Fecha 9 de abril: “el problema es que los periodistas por todo el mundo repiten como loritos amaestrados; no entra dentro del esquema de los medios plantear algunas preguntas básicas…”.

Hay una legítima irritación. De eso no hay dudas. Tan obvio como saber que la distancia entre Isla Negra y Wuhan en China es de sólo 19 mil 356 kilómetros cruzando el Océano Pacífico.

Se puede llegar navegando.

Saque sus propias conclusiones: el autor es Pablo. En el Litoral Central de Chile. A veces cubre su cabeza con una especie de boina o gorro. El viento de la costa es frío en invierno. Sobre todo entre los roqueríos cercanos a Isla Negra.

Me consta.

Pero ese es otro tema. Mejor revisar los comentarios del 30 de abril: “se trata de verdades tomadas y asumidas como graníticas; cualquier duda sobre cuán sólidamente construido está uno o varios de sus pisos es tomado como broma de mal gusto…”.

¿Se acuerda de 30 de abril pasado? ¿Recuerda cómo se sintió ese día? Haga memoria. No hay apuro.

¿Listo?

Sigamos.

Con fecha 20 de septiembre –ya estamos próximo al día de hoy- Pablo descubre que “hace unas semanas, conversando con la destacadísima Roxana Bruno, bioquímica con doctorado en inmunología y postdoctorado en el Instituto Max Planck de Múnich, nos aclaraba que las experimentaciones con coronavirus extraídos de fecas de murciélagos vienen ya desde hace varios años, en laboratorios de Estados Unidos y de China (y, sí, como el del Instituto de Virología de Wuhan), que entre la comunidad de expertos en esa materia, el asunto, por tanto, es relativamente conocido. Nos contó incluso que ella misma, como investigadora de primer nivel dada la excelencia de su formación académica, había hecho la comparación de la secuencia genética entre este nuevo coronavirus que ha irrumpido en 2020 y uno de estos virus fabricados (y patentados), y que se podía decir que eran virus “gemelos”.

¿Quiere seguir leyendo?

Le doy más datos: Pablo también publicó “La Doctrina de la Periferia”. Hay un video en Youtube. Anticipado. Le dejo el link. Por si acaso revise el antivirus de su teléfono móvil o computador antes de usar este dato:

Poco antes del final –hace un medio y medio, días más, días menos- Pablo alcanzó a escribir: “Quizá todavía a muchas personas todo este tipo de asuntos les resulte un tanto como sacados de película de Hollywood, como parte de un hilo argumental que, de seguirlo, tiene toda la cara de llevarnos a un terreno de resonancias más bien oscuras, o derechamente sórdidas. Lo concreto es que la realidad va, más allá de la tolerancia de nuestro paladar, justo en esa dirección…”.

Lo último que supe de Pablo fue su mail a Radio Bio Bio esta semana.

¿Asunto?:

“Diario de un Virus” 
Pablo Salinas
Editorial Una Temporada en Isla Negra. 
2020.

P.D. pablosalinasm@gmail.com