La trágica historia tras La Chica Danesa, la cinta que podría robarle el Oscar a DiCaprio

Corría 1911 y la joven ilustradora Gerda Wegener esperaba en su departamento en Copenhague que su modelo llegará para comenzar a trabajar. Los minutos pasaban y la chica no apareció. Como necesitaba terminar el retrato, la artista pidió a su esposo Einar Mogens que posara para ella, dado la contextura delgada y fina del hombre.

Aunque Einar reclamó, finalmente accedió al favor que le pedía su esposa y se puso un vestido con falda plisada, tacos e incluso medias. Desde ese día, sus vidas jamás volverían a ser la mismas.

Esta historia es la que retrata la cinta La chica danesa, una de las películas más alabadas por la críticas en los últimos meses y que cuenta con varias nominaciones a los premios Oscars. Eddie Redmayne y Alicia Vikander, interpretan a Einar y Gerda de forma magistral, tanto que incluso muchos creen que Redmayne podría arrebatarle nuevamente el Oscar a Leonardo DiCaprio.

El joven actor ingles logra recrear la sensación indescriptible que tuvo Mogens al probarse la ropa de mujer por primera vez en su vida adulta. El también pintor siempre sintió que algo faltaba en su existencia, y ese vacío sólo lo pudo llenar en ese instante.

Desde ese momento, se convirtió en la musa de Gerda y posó para ella en varias ocasiones. No conforme con esto, comenzó a usar ropa femenina más frecuentemente e incluso se atrevió salir a la calle y asistir a fiestas con estas prendas. En cada evento social, era presentado como la hermana de Gerda o la prima de Mogens, haciéndose llamar Lili Elbe.

Con Lili, Einar se sentía libre y completo por lo cual cada vez se hacía más difícil retomar su vida como hombre. Gerda consciente de todo esto, intentó apoyar a su esposo y decidió que lo mejor para ellos sería partir a vivir a Paris, donde nadie los reconocería y además podría proyectarse como artistas.

En Paris, Mogens se convirtió en Lili definitivamente, y Gerda jamás se alejó de su lado, a pesar de lo difícil que fue para ella ver la transformación de su marido. Asimismo, Lili comenzó a influenciar fuertemente el arte de la mujer, que de por sí ya era bastante atrevido para la época.

En 1930, Einar quiso que su transformación fuera definitiva, por lo cual decidió someterse a una cirugía innovadora que le permitiría cambiar de sexo. A pesar de los riesgos, quiso seguir adelante y viajó hasta Alemania donde se encontró con el sexólogo Magnus Hirschfeld, quien poco tiempo antes había comenzado acuñar el termino “transexual“.

“Cuando se filtró su historia, Lili no tuvo otra opción que salir del armario y contarla”, señaló David Ebershoff, autor de la biografía de Elbe, La Chica Danesa. “Por un lado, disfrutó la oportunidad de contar su transición, pero por otro dudaba sobre cómo respondería el mundo. Una parte de Lili amaba la atención y otra tan solo quería ser una chica danesa con una vida normal“, agregó.

Einar se sometió a cinco operaciones en dos años, la primera fue la castración con la extirpación completa de los órganos genitales masculinos. Tras ello su vida dio otro giro y fue reconocido legalmente en Dinamarca como mujer e incluso se le concedió un pasaporte en 1930, algo que hasta entonces jamás había ocurrido en ese país y era algo muy poco común en el resto del mundo.

El rey danés también anuló el matrimonio de Einar y Gerda, quien más tarde se casaría con un oficial italiano, aviador, y diplomático, el Mayor Fernando “Nando” Porta, con quien se fue a vivir a Marruecos.

“Una de las cosas que encuentro más significativas sobre Lili Elbe es que ella no tuvo ejemplos o modelos, ningún mentor a quien admirar, ningún recurso, ningún medio que reflejara su vida y prácticamente ninguna información médica. No solo transitó por un camino inhóspito, sino que ella tuvo que ir poniendo los cimientos de ese camino. Estaba sola excepto por su esposa”, dijo David Ebershoff.

Lili estaba ansiosa de comenzar su nueva vida y hasta recibió una propuesta de matrimonio, pero la aplazó hasta tener la posibilidad de poder dar a luz a sus propios hijos.

Con ese sueño en mente, se puso en manos del doctor Kurt Warnekros en Desdren quien la sometió a un trasplante de ovarios, los cuales fueron rechazados por el cuerpo de Elbe. Dos años después volvió al quirófano para un transplante de útero, el que tampoco tuvo los resultados esperados y comenzó a presentar complicaciones que acabaron con su vida en 1931 en Dresden.

Poco antes de la operación y como si fuera una premonición, Lili escribió: “He probado que tengo derecho a vivir existiendo como Lili durante 14 meses. Se podría decir que 14 meses no son mucho, pero para mí es una vida humana completa y feliz”.

Gerda, recibió la noticia de la muerte de Lili en Marruecos, donde se refirió a ella como “mi pobre y pequeña Lili”.

Mira aquí algunas pinturas de Gerda