Tras lidiar con una desfavorable estrategia, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) vivió un GP de España para el olvido en la Fórmula 1, al tener que correr con neumáticos duros en las últimas vueltas y, posteriormente, sufrir una penalización de diez segundos al tocar con su monoplaza a George Russell (Mercedes).
Temperamental como nadie, el cuatro veces campeón mundial de la F1 no dudó en descargar su rabia contra los ingenieros y también, contra el propio Russell, que criticó su actuar en Barcelona.
“Quizás olvidó que no estábamos en iRacing. Siempre hace esto, en Imola hace el adelantamiento del siglo y luego hace cosas así. De todos modos, terminé cuarto y el décimo”, afirmó Russell, señalando también su preocupación por los niños pequeños que vieron cómo se generó el incidente con Verstappen.
‘Mad Max’, al ser consultado al respecto, replicó con un “bueno, voy a traer algunos pañuelos la próxima vez”.
“No tengo nada que decirle (a George Russell), creo que en la vida no hay que arrepentirse de demasiadas cosas”, añadió.
Por otra parte, el 33 de Red Bull consideró, luego del toque que le relegó a la décima posición en España por la penalización desde FIA, que “el mayor problema que tenemos es que los estándares de carrera, lo que está permitido y lo que no, no es muy natural y eso es muy frustrante, aunque a veces sea bueno para ti, otras veces te juega en contra y hoy eso me pasó”.