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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.
Flavio Briatore regresa a la Fórmula 1 como director de Alpine, reviviendo su legado de éxitos y controversias. Con un pasado brillante al impulsar a Schumacher y Alonso hacia la victoria, su reputación se vio manchada por el escándalo del “Crashgate” en 2008. Tras más de una década alejado, su regreso en 2025 genera expectativa y preocupación. A pesar de críticas, su llegada ha sido bien recibida en Alpine, donde ya ha tomado decisiones significativas en la parrilla de pilotos.
En un giro inesperado que agita nuevamente las aguas del paddock, Flavio Briatore está de regreso en la Fórmula 1. El carismático y polémico empresario italiano, que dejó una marca indeleble tanto por sus éxitos como por sus controversias, ha sido anunciado como nuevo director de Alpine.
Su retorno al ‘Gran Circo’ reabre un capítulo tan brillante como oscuro de la historia reciente del deporte motor.
El oriundo de Verzuolo es recordado por llevar al estrellato a Michael Schumacher en Benetton en los años 90 y por ser el arquitecto de los títulos de Fernando Alonso con Renault en 2005 y 2006. Su capacidad para construir escuderías ganadoras y detectar talento lo posicionó como uno de los grandes estrategas del paddock.
Sin embargo, su trayectoria se vio manchada por el escándalo del ‘Crashgate’ en el Gran Premio de Singapur 2008, donde el piloto Nelson Piquet Jr. fue inducido a chocar deliberadamente para beneficiar a Alonso.
Este caso provocó su exclusión indefinida del deporte por parte de la FIA, una sanción que luego fue anulada tras un acuerdo legal, pero que dejó una cicatriz profunda en su reputación.
Incluso, Briatore siempre fue conocido por su estilo autoritario, pragmático y poco convencional en la gestión de equipos. Fue criticado por ejercer un control extremo sobre sus pilotos, incluyendo cláusulas de exclusividad y control sobre sus contratos y patrocinios.
Ha sido acusado de priorizar el negocio sobre la competencia deportiva, en un deporte donde la ética y la seguridad son fundamentales.
Su regreso en 2025, tras más de una década alejado de los puestos de liderazgo, genera una mezcla de expectativa y recelo. Algunos lo ven como la vuelta triunfal del “genio irreverente”, que puede revivir la competitividad de un equipo, mientras otros cuestionan la ética de reincorporar a una figura tan polémica a la primera línea de la F1.
Por ahora, el empresario de 75 años se ha llenado de buenos comentarios en su vuelta a la máxima categoría del automovilismo. Pierre Gasly, piloto de Alpine, declaró: “Está impulsando al equipo de una forma impresionante“.
“Intenta sacar el máximo provecho de cada departamento y se esfuerza al máximo para que el equipo esté en una mejor posición. Viene con mucha experiencia, mucha red de contactos, alguien que impulsa cambios. A veces hay que impulsar y desafiar, y eso es lo que hace constantemente”, agregó el francés.
Y una de sus primeras decisiones de peso en el team galo fue ascender al argentino Franco Colapinto de cara al Gran Premio Emilia-Romaña, en Ímola, en detrimento del australiano Jack Doohan.
“Con una parrilla tan igualada este año, y con un coche competitivo que el equipo ha mejorado drásticamente en los últimos 12 meses, estamos en una posición en la que vemos la necesidad de rotar nuestra alineación“, contó el italiano.
“También sabemos que la temporada 2026 será importante para el equipo, y realizar una evaluación completa y justa de los pilotos este año es lo correcto para maximizar nuestras aspiraciones el próximo año”, añadió.
La Fórmula 1, siempre ávida de narrativas potentes, parece no haber cerrado del todo la puerta a quienes, pese a sus caídas, supieron dejar huella. Briatore vuelve con la promesa de aportar experiencia, pero también con la sombra de su pasado. Solo el tiempo dirá si su segunda era será redención o repetición.