Un terrorífico accidente ocurrió este sábado durante el ePrix de Roma de la Fórmula E, con seis pilotos involucrados y dos choques frontales. Afortunadamente todos salieron ilesos.
El monoplaza Jaguar de Sam Bird tuvo una falla, fue cediendo posiciones, y cuando iba en el cuarto lugar perdió el control del mismo en la zona de alta velocidad de la Curva 6.
Por la naturaleza de un circuito callejero, el británico impactó rápidamente contra el muro y quedó a merced del resto de los competidores mientras intentaban esquivarlo.
Los pilotos que venían detrás tuvieron que hacer rápidas maniobras para esquivarlo, pero no fue el caso de Sebastian Buemi, que terminó impactándose en la parte trasera del monoplaza de Bird.
Lo más preocupante llegó segundos después cuando Edoardo Mortara no vio el coche del británico, y terminó chocándolo de frente con su Maserati, situación que hizo prender las alarmas sobre una tragedia.
Afortunadamente, todos los pilotos salieron por sus propios medios de sus monoplazas. El Halo fue clave para que no sucediera algo de máxima gravedad.
El Halo es un sistema de seguridad utilizado en monoplazas de automovilismo que protege la cabina del piloto de golpes de objetos contundentes externos.
La carrera se detuvo con bandera roja. Después de limpiar el trazado, la competencia se reanudó y finalizó con triunfo de Mitch Evans.
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