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Alexis Cortés, experto constituyente (PC): "Nos merecemos una constitución redactada en democracia"

Sábado 28 enero de 2023 | 06:00

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Universidad Alberto Hurtado | Edición Constanza Escobar (BBCL)

En conversación con BioBioChile, la carta del Partido Comunista para la Comisión de Expertos del nuevo proceso constituyente, Alexis Cortés, plantea la importancia de rescatar elementos del camino constitucional anterior, que si bien terminó en un rechazo a la propuesta, apunta que conserva diversos avances. Algunos de ellos, asegura, son los derechos sociales, la protección del medioambiente y la lucha contra la corrupción en la política. De igual forma, garantiza que las partes -sin importar su ideología- deberán ceder, buscando así “abrir debates en vez de cerrarlos”. En la oportunidad, también entregó su versión de los tuits viralizados en su contra, respecto a opiniones vertidas durante el estallido social. ¿Su argumento? Se defiende con que fueron sacados de contexto.

Alexis Cortés se convirtió en uno de los 24 profesionales que integrarán la Comisión de Expertos elegidos por en Congreso, para este nuevo proceso constituyente, con la particularidad que fue el único sociólogo entre las 12 cartas de la Cámara de Diputados. Todos los demás son abogados.

Fue el elegido por el Partido Comunista (PC). Su currículum expone una maestría y un doctorado en Brasil, un fluido manejo del portugués y el desarrollo de investigaciones ligadas a temas sociales y políticos. También fue vicepresidente del Colegio de Sociólogos y fue reconocido con el Premio Iberoamericano de Ciencias Sociales.

Antes de ser elegido como un integrante de la comisión, Cortés estaba dedicado a ejercer la investigación y la docencia. Pero la oportunidad que le ofreció la bancada del PC le produjo un íntimo orgullo, reconoce. No sólo por una convicción personal, también porque su familia históricamente estuvo ligada a esta formación política.

Ahora, asegura que quiere entregar todo su conocimiento a la redacción de una nueva carta magna. Busca participar en un texto que proteja el medio ambiente, que establezca derechos a la mujer e incluya una democracia paritaria.

En entrevista con BioBioChile asegura que un debate constitucional se debiera caracterizar por la apertura de tópicos. “Mi vocación e intensión es contribuir a precisamente abrir debates en vez de cerrarlos”, puntualiza.

El máximo desafío cívico

-Para este proceso de ser experto, ¿lo buscaron o se candidateó?

Me propusieron. La bancada del Partido Comunista me propuso ser opción para que ellos decidieran, y claro, yo consideré que era un alto honor ser propuesto para esto porque es probablemente el desafío cívico más importante que el país tiene que enfrentar, que es redactar una constitución. Mi sentir de académico e investigador puede ser provechoso para el desarrollo de la misma y decidí aceptar. Ahora, también soy un académico, pero también tengo compromisos políticos, y eso, el PC lo tomó en cuenta.

Yo tengo una familia históricamente ligada al PC. Yo soy nieto de un desaparecido, entonces para mí fue un honor que ellos me consideraran para esta tarea.

Igual lo tuve que pensar, porque tenía que ver qué impactos iba a tener aquí en la universidad (Alberto Hurtado) y sobre todo, conversarlo con la familia, porque… bueno, uno ve cómo fue el proceso anterior; quiénes participaron lo hicieron intensamente, con jornadas que no muchas veces te permiten una vida familiar óptima.

-Es el único sociólogo entre los abogados nominados por la Cámara de Diputados. ¿Qué le parece? ¿Cuál considera que puede ser su mayor aporte al trabajo de la comisión?

Yo creo que puedo aportar desde mi disciplina y desde las ciencias sociales en general. Es una comisión experta, este tipo de conocimientos específicos que se va a requerir suponía que iba a ver una mayoría de abogados presentes. Pero es importante también que esa discusión no sea monopolizada o que sea sólo una de las disciplinas. Hay varias ciencias que pueden aportar en una discusión como esta, porque al fin y al cabo es un pacto político y social. Es un desafío de país que yo creo que desde distintos ámbitos de conocimientos y experiencia se puede contribuir para que la discusión sea lo más diversa posible y recoja distintas sensibilidades y perspectivas que puedan aportar a un proceso como ese.

“Siempre fui partidario de un proceso democrático”

-¿Cree que pueden haber roces por la forma de trabajar de cada uno?

No sé si roces, pero cada disciplina acostumbra a generar su propio lenguaje. Es importante que además se esté haciendo un debate constitucional. Por más que se haga desde la experiencia, quien va a decidir finalmente si este proyecto se aprueba o no, es la sociedad en su conjunto. Tiene que haber una discusión lo suficientemente inteligible para que la sociedad se pueda identificar con los debates y con las orientaciones que plasmen la redacción de una nueva constitución.

Yo he tenido otra experiencia. Trabajo con abogados, colaboré con la Comisiób de Constitución del PC en un determinado momento, en donde también me tocó, no hace mucho tiempo, trabajar con abogados, y en general, fue una buena experiencia. Creo haber aportado en ese momento. Creo que se consideró a la hora de proponerme también, y al mismo tiempo, yo fui aprendiendo del conocimiento específico que ellos practican y que sin duda es fundamental para lo que nos va a tocar.

-¿Le genera conflicto haber sido designado y no electo por votación popular para esta función?

Yo siempre fui partidario de un proceso lo más democrático posible, que el eje estuviera puesto en personas electas exclusivamente para esta función. Sin embargo, el acuerdo político que viabilizó este nuevo proceso constituyente implicó una lectura donde lo que se concluyó, es que existía un gran riesgo de que se cerrara totalmente la posibilidad de una nueva constitución, y ahí me parece que considerando eso, lo más importante a la hora de que yo tomara la decisión de aceptar participar de este proceso, es que creo que como chilenos nos merecemos una constitución redactada en democracia (…) Permite mantener abierta esta posibilidad de cambio constitucional y de intentar plasmar en la carta magna, la demanda por cambios sociales que el país viene exigiendo hace bastante tiempo.

Y al mismo tiempo, entrega la posibilidad de construir un orden deseado y justo, en que les dé certeza a las personas respecto de este nuevo proceso y les permita, eventualmente, identificarse con esta redacción y efectivamente permitir que el resultado del proceso sea un pacto. No sólo de un pequeño sector de la sociedad, no sólo un pacto en el ámbito político (…) Para eso es importante que este proceso se abra lo más posible a la sociedad, a la participación ciudadana, y que quienes sean electos para esta tarea constitucional, sean relevados como representantes de la sociedad.

-¿Entonces considera que igualmente debe existir este panel de expertos?

El diseño es el que es. Y en esas condiciones yo acepté participar. Para mí no era tal vez el ideal del proceso pero lo que está resultando en la práctica es aquello que fue posible. Esto es lo que se logró acordar entre las distintas fuerzas políticas. Yo creo que las críticas y cuestionamientos que han habido al proceso son totalmente legítimas y soy un convencido de que es importante que la sociedad permanezca atenta al proceso, no como alguien que es un observador ajeno a él, sino como alguien que sea parte de él.

“Las declaraciones de Teillier me representan”

Usted es la carta del Partido Comunista, colectividad que ha mostrado reparos a este nuevo proceso constitucional. De hecho, el timonel Guillermo Teillier consideró este nuevo acuerdo como “insuficiente, imperfecto y lejano a nuestras expectativas”. ¿Comparte esos dichos?

Las declaraciones de Guillermo Teillier, presidente del PC, evidentemente me representan. No sólo el PC puso confianza en mí a la hora de proponerme, yo tengo una identificación con ese partido además. Estas observaciones fueron además importantes para que el proceso también incorporara elementos que pudieran corregir eventualmente. Ahora, lo cierto es que finalmente el diseño fue firmado por todos los partidos que estuvieron dispuesto a ello, incluido el PC.

Ahí lo que prevaleció fue, por un lado, la importancia de que siguiera abierto el proceso constituyente, y en segundo lugar, la convicción de que el principal desafío que tenemos como sociedad, y también aquellas fuerzas transformadoras, es redactar una constitución hecha en democracia.

Por lo tanto, dejar en el pasado la constitución vigente que fue redactada en dictadura, y para mí, eso, es lo más importante hoy, y creo que es lo que hay que poner en el centro a la hora de participar de un acontecimiento como este.

Entonces, es desafiante, y claro, no son las mismas condiciones que fueron mucho más favorables para las fuerzas transformadoras en el proceso anterior, pero creo que lo importante es no renunciar a seguir respondiendo.

-Entonces…

Yo creo que es un cierto mandato que la sociedad transmitió a través de su descontento ya manifestado en distintas ocasiones. Es importante entender que el rechazo a la nueva constitución del 4 de septiembre, no es un rechazo a cualquier cambio, sino que a una expresión del mismo, y en particular un modo de cómo se percibió el funcionamiento de este proceso, y creo que es importante retomar esta demanda de transformaciones, y eso, de alguna manera se plasme en la nueva Constitución, y para eso es importante, creo yo, que se haya establecido como un principio del nuevo proceso la idea de implementar un Estado social y democrático de derechos.

Se deja atrás un Estado subsidiario que ha permitido que muchos derechos sociales se mercantilicen y que se profundice la desigualdad social y económica, y eso tiene consecuencias a su vez, políticas, entonces, yo creo que lo central hoy es que tenemos la posibilidad de tener una constitución hecha en democracia. Yo aspiro a que ese proceso contemple las manifestaciones que la sociedad ha hecho, de cambios sociales, y construir un orden sobre todo más justo.

-Ligado a eso, ¿cuáles serían los aspectos fundamentales que su sector va a intentar plasmar dentro de esta nueva carta magna?

Es importante rescatar varios elementos del proceso de la constitución anterior, que por más que haya sido rechazado daban un respaldo. Y en ese sentido, los derechos sociales creo que son una base. Una constitución que protegía el medio ambiente, que establecía derechos a la mujer, poniéndola a la vanguardia en ese aspecto, incluyendo una democracia paritaria, también una serie de medidas que apuntaban a combatir la corrupción dentro de la política. También lo que se conoció como una agenda antiabusos.

Para mí, todos esos elementos creo que son fundamentales para que tengamos una base en la discusión de este nuevo proceso, y particularmente creo que a mi sensibilidad política le interesa que el tópico del trabajo tenga una centralidad en el debate y se reconozca el valor social del mismo. También que se establezcan mayores grados de poder sindical, para que haya más equilibrio social, y con eso también que la presencia del salario del trabajo esté mucho más presente en las riquezas que como sociedad producimos.

“Abrir debates en vez de cerrarlos”

-Este nuevo acuerdo ya trazó 12 bases institucionales, ¿cree que pueda haber espacio para incorporar otras inquietudes? Considerando que ya están estos 12 puntos zanjados.

Sí, a mí me parece que la idea de que este proceso permanezca abierto supone la posibilidad de instalar nuevos debates. Creo que no hay que negarse a esa discusión, pero obvio que esta discusión se va a tener que dar de acuerdo a los términos que se establecieron para ello y en los tiempos acotados que se van a dar. Por eso es importante que la sociedad discuta, que eventualmente se puedan revisar algunas de las iniciativas populares de norma, que se le dé celeridad a la posibilidad de que haya nuevas iniciativas populares en el proceso… Un debate constitucional se debiera caracterizar precisamente por la apertura en cuanto a los tópicos discutidos, y mi vocación e intención es contribuir a precisamente abrir debates en vez de cerrarlos.

-¿Qué análisis hace usted de por qué ganó el Rechazo?

Hay distintos elementos sobre la mesa. Por un lado, algunas encuestas apuntan a que más que un rechazo a los contenidos en general, hubo un cuestionamiento a las dinámicas del funcionamiento de la Convención Constitucional. Eso es un elemento, pero se necesita un todo. Para mí, el dato clave fue la incorporación del voto obligatorio, o sea, 4,5 millones de nuevos electores que miraron con bastante desafección e indiferencia el proceso. No son sectores que se puedan graficar en alguno de los ejes políticos, de izquierda o derecha, son sectores más bien desinteresados en la política.

Ahora, por otro lado, hubo una campaña mucho más larga del Rechazo que en ciertos sectores, ya desde el día uno contribuyó a fortalecer este relato, mientras que la campaña del Apruebo fue mucho más breve, fue sólo cuando estuvo el borrador de la constitución. Creo que es con las fuerzas del Apruebo que yo me identifico absolutamente, donde traté de contribuir también al proceso. Hubo dificultad de traducir ideas abstractas que estaban en la nueva constitución, en una narrativa que permitiera una mayor identificación del aspecto en esos sectores más despolitizados que participaron de ella.

Evidentemente, no sólo un factor influyó, es importante considerar como experiencia la desvirtuación de algunas propuestas de la nueva constitución. Hay que sumarle las fake news (noticias falsas o desinformación), eso es importante y no se puede desconsiderar al mirar este nuevo proceso.

-¿Cree que ahora se puedan repetir algunos de esos errores?

Creo que hay que evitar cometer los errores, no sólo que se pueden imputar al proceso anterior, creo que es importante evitar también una práctica institucional que no necesariamente considera la incidencia de la sociedad civil y de los actores sociales en la discusión política.

Yo creo que se debe estar siempre atento a la lecciones que nos ha otorgado la historia, no sólo con lo que pasó el 4 de septiembre, sino también con lo que pasó el 18 de octubre y sobre todo, después en solicitudes de democratización que mantuvo mucho resabio de la dictadura. Hoy lo que necesitamos es una democracia y una constitución acorde a los tiempos que vivimos.

Sobre los tuits viralizados: “Son descontextualizados”

-¿Cree que el Gobierno ha conducido de buena o mala forma todo este proceso?

Creo que en el papel que me va a tocar cumplir no me compete pronunciarme sobre la gestión del Gobierno. Yo evidentemente me siento identificado con él, pero creo que es importante que la discusión que demos se haga de modo de que se ponga en el centro la tarea que ha sido encomendada, que es arribar a este proyecto de constitución que permita generar acuerdos transversales para hacerse cargo de este desafío. Ahí creo que es importante que, por lo menos, esta comisión en la que a mí me va a tocar participar se abstraiga un poco del debate contingente y objetivamente se dedique a la elaboración de esta carta.

-Luego de conocerse su designación, circularon antiguos tuits suyos relacionados con el estallido social, donde llamó -cito- a “echarse a todos los fachos” y “a torturar a los pacos haciéndolos permanecer sentados en los pupitres fijos” (en el marco de movilizaciones del Instituto Nacional) ¿Cree que puedan afectarle? ¿Sostiene esas afirmaciones?

Lo que ha circulado por Twitter son tuits descontextualizados y algunos que derechamente no son míos. Ahora cualquier persona puede a partir de algún tuit que se haya realizado, con algún software simular la publicación de otra persona.

Esos tuits a los que haces referencia en relación a un apoyo que hice a los estudiantes del Instituto Nacional una vez que sufrieron un ingreso por parte de Carabineros, si tú te fijas, es una conversación entre dos exalumnos del Instituto Nacional que hacen referencia a su experiencia en el instituto. O sea, en ningún momento ponen en el centro a Carabineros, lo que está ahí es la experiencia que nosotros vivíamos. No quiero parecer injusto con el colegio, pero efectivamente, los bancos eran incómodos (…) creo que no debieramos tomar tan en serio bromas entre amigos que no tienen ninguna intención de ofender a nadie.

“Ceder para lograr acuerdos”

-Tendrá que trabajar con otros expertos designados, como Hernán Larraín, Teodoro Ribera, Máximo Pavez, Juan José Ossa y Katherine Martorell, todos exintegrantes del gobierno de Piñera, o Natalia González, de Libertad y Desarrollo. ¿Cuál es su opinión sobre esas cartas? ¿Tiene alguna diferencia insalvable con alguno de ellos? ¿Cree que hay espacio para llegar a acuerdos?

Creo que todos a los que se nos ha entregado la confianza para participar de este espacio deberíamos intentar hacerlo con la disposición a llegar a acuerdos con quienes tenemos diferencias. No hay experiencias en el mundo de redacción de constituciones que no buscaran que personas que profesan distintos modos de definir lo que esperan de su país, pudieran acordar una cancha o reglas para una cancha en que la democracia pueda desarrollarse en plenitud. Entonces, por mi parte, a mí lo que me queda es tener la disposición para colaborar en los acuerdos que permitan levantar una constitución con la que después la sociedad se pueda identificar.

Tengo que partir del presupuesto de que los integrantes de esta comisión van a hacer lo mismo, tratando de poner el bien común en primer lugar y estando dispuestos a ceder en algunas posiciones que permitan que estos acuerdos transversales se logren.

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