Antes de la tormenta, sólo se escuchan rumores. La posible destitución del ministro Antonio Ulloa, de la Corte de Apelaciones de Santiago, mantiene en vilo al Poder Judicial. El retorno de un juez de la Corte Suprema —ausente cuando se abrió el cuaderno de remoción en su contra—, o el nombramiento de un nuevo miembro del máximo tribunal puede ser suficiente para inclinar la balanza.
El ministro Ulloa enfrenta el procedimiento disciplinario por tres cargos fundados en sus mensajes con el abogado Luis Hermosilla. Los chats muestran que Ulloa filtró resoluciones, promovió más de una decena de ascensos y expresó su odio por el juez Daniel Urrutia, a pesar de que debía fallar sobre una causa ética que lo involucraba.
No obstante estos antecedentes, entre los magistrados consultados por BBCL Investiga prima la sensación de que, de algún modo, Ulloa se salvará. Porque, si hay alguien con conexiones dentro de la judicatura, ese es el suspendido ministro.
—Es casi único en el Poder Judicial —comenta un juez fuera de micrófono—. El problema es que durante 100 o 200 años el sistema ha venido funcionando un poco así… Mediante contactos, recomendaciones. Pero el caso de Ulloa no tiene parangón: alguien que se convirtió en una especie de broker judicial y acumuló el poder que eso significa.
Un retorno conveniente
Por apenas un voto de diferencia —ocho contra siete— la Corte Suprema dispuso el pasado 2 de septiembre la apertura del cuaderno de remoción contra Ulloa. Un fallo que, más que entregar certezas, dio lugar a especulaciones en tribunales.
La rebaja de la suspensión dispuesta por la Corte de Santiago, de cuatro meses a dos, y, sobre todo, el estrecho margen por el que se aprobó la apertura del cuaderno, fueron tomados por los jueces como señales de que el juez “amigo de todos” se salvará.
Entre los argumentos a favor de esta teoría se encuentra que bastaría que un solo ministro entre o salga para inclinar la balanza a favor de Ulloa. Y, aunque no lo parezca para quienes no siguen el día a día de los tribunales, la rotación en la Corte Suprema es permanente.
Además de los ministros titulares, el Pleno lo conforman suplentes, que reemplazan cuando a los primeros los designan en comisión de servicio o toman vacaciones. Precisamente, Diego Simpertigue, uno de los ministros más influyentes del Poder Judicial, estuvo ausente en la votación de inicios de mes porque se encontraba con feriado legal.
—Son íntimos, íntimos amigos con Ulloa —asegura una jueza que trabajó con el supremo.
El retorno de Simpertigue podría ser suficiente para dar vuelta el resultado, ya que en la votación de apertura participó en su lugar Eliana Quezada, de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, quien estuvo a favor de los cargos contra Ulloa.
¿Nuevos ministros?
En ese escenario, el futuro de Ulloa podría depender simplemente de un hombre: el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco. Es él quien tiene que determinar la tabla del Pleno y, por lo tanto, la fecha en que se revisará el caso.
La semana antepasada ya se pospuso el asunto y, hasta el momento, no se ha vuelto a poner en tabla. Según fuentes de tribunales, lo más probable es que se revise en octubre.
La fecha específica es clave. Actualmente, existen dos candidatos del Gobierno a ministros de la Corte Suprema, que podrían alcanzar a intervenir si son ratificados por el Senado y se sigue dilatando el caso de Ulloa.
Por un lado, está el ministro de Santiago Omar Astudillo. Expresidente del tribunal de alzada capitalino, fue uno de los impulsores del primer intento fallido de abrir un sumario contra su colega hace casi un año.
—Don Omar es ultra recto, muy probo, no es del grupo de Ulloa para nada —analiza una magistrada.
Además, el Ejecutivo propuso al abogado y doctor en Derecho Privado Gonzalo Ruz. Candidato de la Unión Demócrata Independiente (UDI) que cuenta con el apoyo de Renovación Nacional (RN), ninguna fuente se atreve a aventurar su posición.
—Astudillo lo mata. Ruz es una incógnita —resume un abogado de la plaza a Bío Bío Investiga.
La decisión de Ricardo Blanco
La posición de Blanco, como representante del tercer poder del Estado, es particularmente compleja. El presidente estuvo a favor de todos los cargos contra Ulloa en la votación de apertura y, en caso de que finalmente no lo remuevan, tendría que salir a dar explicaciones por una decisión en la que no cree.
Aparte, la Corte Suprema ya removió de forma contundente el 10 de septiembre a la ministra Verónica Sabaj, por 12 votos contra 1, también por sus chats con Hermosilla.
Aunque sobre ella pesaba además el haber sugerido al abogado una estrategia judicial para sacar al juez Urrutia de una causa contra el expresidente Sebastián Piñera, otros cargos —como la filtración de antecedentes— eran bastante similares a los que hay contra Ulloa.
—Es muy oscuro que, con todos los antecedentes sobre la mesa y habiendo removido a la ministra Sabaj, no se vaya Ulloa —opina un juez.
Además, una decisión de ese tipo generaría tensiones con otros poderes del Estado. Parlamentarios ya han expresado públicamente que, si la Corte Suprema no remueve a Ulloa, presentarán una acusación constitucional contra el ministro de Santiago.
Ulloa, ¿relegado a La Serena?
En los pasillos de tribunales también ha comenzado a circular el rumor de que, en caso de no ser removido, Ulloa podría ser destinado fuera de Santiago.
—Se ha escuchado que La Serena y Coyhaique, pero son sólo rumores —afirma una alta fuente de la magistratura.
En Coyhaique, se nombró hace tan sólo tres semanas a un nuevo fiscal judicial, mientras que la Corte de Apelaciones de La Serena no ha anunciado ninguna vacante.
El traslado no está contemplado como sanción oficialmente, pero sí ha “coincidido” que jueces penalizados en sumarios luego han sido relegados. Uno de los casos icónicos es el del polémico ministro Juan Poblete, quien fue enviado desde Santiago a Copiapó en 2020, después de que fuera castigado por sus retrasos para dictar sentencias.
—Es un mecanismo que está muy cuestionado por los gremios, porque se le quita la posibilidad a una persona de un tribunal inferior de ocupar el cargo. Es una salida mala —enfatiza un juez.
La Unidad de Investigación de Bío Bío intentó conversar con el ministro Antonio Ulloa para este artículo, pero desde el Poder Judicial comunicaron que no está dando entrevistas.
Todo dependerá de cómo quedará conformado el Pleno que zanjará su futuro.