“Cuando un Presidente hace una declaración que nos parece que ha pasado la línea roja, lo condenamos”. Estas fueron las palabras de Jonathan Peled, director general adjunto para América Latina de la Cancillería israelí. Los comentarios del diplomático van en respuesta al presidente Gabriel Boric y de otros mandatarios de la región, quienes han criticado duramente el actuar del gobierno de Netanyahu en el conflicto Israel-Hamás.
Peled recibió a BBCL Investiga en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, donde afirmó que, lamentablemente, en los últimos meses, sobre todo en los últimos días, ha visto declaraciones antisemitas por parte de gobiernos latinoamericanos.
“Una cosa es criticar a Israel, al gobierno de Israel, las políticas de Israel. Otra cosa es poner en duda la legitimidad del Estado de Israel de existir. Y, por supuesto, hacer comparaciones con el período del nazismo. Para nosotros, son declaraciones antisemitas y ponemos una línea roja muy clara hasta donde la crítica es legítima para nosotros”, lanzó.
“Boric Traspasó la línea roja”
Peled se refirió, principalmente, a las declaraciones dadas por el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, quien comparó la respuesta del gobierno israelí a los ataques de Hamás con el Holocausto, que mató a 6 millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Consultado si Boric traspasó lo que en Israel califican como “línea roja”, el diplomático dijo que sí, aunque sin dar mayores detalles.
“Cuando el Presidente Boric se ha expresado de una manera que a nosotros nos parece equivocada, condenamos eso”, aseveró tras las consultas de este medio.
“Tuve un diálogo crítico, pero bueno, en Santiago, hace un año. En él acordamos también estar en desacuerdo a veces y expresar nuestras opiniones, nuestras críticas, pero siempre mantener algún tipo de diálogo. Israel es un país que quiere tener relaciones con todos los países en el mundo que están dispuestos a tener relaciones con Israel. No queremos ser un país aislado y, por lo tanto, así dirigimos nuestra política exterior. Y, cuando un presidente hace una declaración que nos parece que ha pasado o ha cruzado la línea roja, nos expresamos”, concluyó.
La condena de Chile
Hace cuatro meses, Boric endureció el tono ante Israel y llamó a consultas al embajador de Chile en Tel Aviv, Jorge Carvajal, por las “inaceptables violaciones del Derecho Internacional Humanitario en que ha incurrido Israel en la Franja de Gaza”.
Por medio de su cuenta en X, el mandatario afirmó que “Chile condena enérgicamente y observa con gran preocupación que dichas operaciones militares –que a estas alturas de su desarrollo comportan un castigo colectivo a la población civil palestina en Gaza– no respetan normas fundamentales del Derecho Internacional”.
En la época, Hamás celebró la medida del gobierno chileno.
“No es una guerra, es un genocidio”
Durante una gira por países de África, el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva acusó a Israel de estar cometiendo un genocidio en la Franja de Gaza y comparó las acciones con lo que hizo Adolf Hitler para exterminar a los judíos durante la Segunda Guerra.
“Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza con el pueblo palestino no ha ocurrido en ningún otro momento de la historia… en realidad, sí ocurrió: cuando Hitler decidió matar a los judíos”, afirmó.
La respuesta fue rápida por parte del gobierno israelí. El primer ministro Benjamín Netanyahu calificó los comentarios de Lula como “graves y vergonzosos” y su gobierno convocó al embajador de Brasil en Israel para una reunión en el Museo del Holocausto, en Jerusalén.
“La comparación entre Israel y el Holocausto de los nazis y Hitler supone cruzar una línea roja”, aseveró el mandatario insistiendo que Israel solo está “luchando para defenderse”.
Dada la crisis diplomática, Lula fue considerado persona non grata en Israel y, de acuerdo con el medio Poder 360, el gobierno brasileño llamó de vuelta el embajador Fred Meyer para hacer consultas. Por ahora, el puesto en Tel Aviv debe quedarse vacante.
Demandas presentadas a la Corte Internacional de Justicia
El martes pasado, Chile acusó a Israel de hacer caso omiso a resoluciones de diferentes organismos mundiales y violar de manera sistemática al derecho internacional sobre su relación con la población palestina. Durante una audiencia en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, se discutió las consecuencias legales generadas por las políticas israelíes en territorio palestino ocupado, incluso Jerusalén Este.
La representante chilena, Ximena Fuentes, sostuvo durante su alocución que Israel “ha demostrado su intención de controlar indefinidamente el territorio palestino ocupado”. Todo, por medio de acciones como “la explotación de recursos naturales, las políticas de asentamientos, la construcción del muro y la legalización de puestos de avanzada, entre otras. De ahí que la ocupación de Israel se haya convertido en “una anexión”, destacó.
Fuentes incluso afirmó que Chile es el hogar de la mayor comunidad palestina fuera de Medio Oriente y también el hogar de la tercera comunidad judía más importante en Sudamérica. En ese sentido, aseveró que Chile apoya la implementación de la solución de dos Estados dentro de fronteras seguras y que sean reconocidas internacionalmente.
Demanda sudafricana
Durante la misma jornada, Belice solicitó poner fin a la “impunidad flagrante” de Israel para que no siga “infligiendo cicatrices por generaciones a quienes sobrevivan a este Holocausto” en Gaza.
El diplomático del país centroamericano, Assad Shoman, exigió la retirada israelí “inmediata, incondicional y total de todo” lo que es territorio de Palestina.
En otro caso separado, a fines de diciembre, Sudáfrica comenzó un procedimiento con la finalidad de acusar a Israel de violar la Convención sobre el Genocidio con las operaciones que ha realizado en la Franja de Gaza.
En nota publicada por BioBioChile el día 11 de enero, informaciones de la Agencia EFE señalaban que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile confirmó que sus servicios jurídicos y diplomáticos trabajaban para preparar los documentos necesarios para sumarse a la demanda sudafricana.
Israel acusa que Presidente Boric "traspasó la línea roja": "Se ha expresado de una manera equivocada"
