Este 1 de enero entran en vigor una serie de nuevas regulaciones sobre las pautas de consumo. Las prohibiciones de los plásticos de un solo uso, que se han establecido por ley desde 2015, se van implementando una tras otra.
A principios de este 2020 se eliminarán progresivamente de la venta los hisopos, estos bastoncillos de plástico con cabeza de algodón, así como los platos y vasos de plástico. Pero para los cubiertos, las pajitas o los botes de yogur, habrá que esperar.
El propósito de estas prohibiciones es reducir el uso del plástico, pero es sólo el primer paso. Para que desaparezca la mayoría de los plásticos de un solo uso, tardará varios años.
Así, tres años después del fin de las bolsas de plástico, los hisopos de bambú o cartón remplazarán los de plástico en los estantes. Lo mismo ocurre con los platos y vasos desechables que se venden por lotes en los supermercados: deberán ser compostables y estar hechos de materiales de origen orgánico. Los puntos de venta tienen seis meses para deshacerse de sus productos actuales.
Una implementación tortuosa
En cambio, los bares y lugares de entretenimiento pueden seguir sirviendo bebidas en vasos de plástico por un año más, informa la radio FranceInter. En cuanto a las pajitas, debían salir del mercado el 1 de enero, pero no se prohibirán hasta dentro de un año, como en toda la Unión Europea.
En 2021, otros objetos de plástico saldrán de la vida cotidiana de los franceses, como los cubiertos. Los juguetes distribuidos en los restaurantes de comida rápida estarán prohibidos en 2022, y en 2023 dichos restaurantes ya no podrán dar platos desechables.
En cuanto a las botellas de refresco, botes de yogur, latas de detergente, tubos de crema, etc., que representan una gran parte de los residuos plásticos, los fabricantes tienen 20 años para encontrar alternativas. Para el Gobierno, el fin de los envases de plástico de un solo uso es un objetivo para el año 2040.
