Un estudio hecho en California, Estados Unidos, encontró que las abejas melíferas (Apis mellifera) están arrasando con gran parte del polen, dejando a las abejas nativas con poco que alcanzar.
Los resultados son preocupantes, ya que son la especie de abeja con mayor distribución en el mundo y pueden significar una amenaza para los polinizadores de las zonas donde no es nativa.
Recordemos que, las melíferas, también conocidas como “abeja europea” o “abeja de la miel”, son originarias de Europa, África y parte de Asia, pero fueron introducidas en América y Oceanía por su valor agrícola, ya que generan una alta producción miel y polinizan los cultivos.
En Chile, por ejemplo, fueron introducidas por los colonizadores europeos en el siglo XIX, y hoy son las que más abundan en el país, pese a que existen unas 450 especies nativas.
¿Qué pasa con las abejas melíferas?
El caso de California, es un ejemplo de lo que podría estar pasando en los lugares del mundo donde se introdujo a esta especie.
Los investigadores de la Universidad de California, San Diego, encontraron que las melíferas eliminan aproximadamente el 80% del polen de una flor durante el primer día que esta se abrió.
Esto preocupó a los expertos, ya que la mayoría de las abejas nativas en la región -y alrededor del mundo- utilizan el polen para alimentar a sus crías.
“Si bien las abejas melíferas se consideran, con razón, un recurso indispensable para los humanos, también pueden representar una grave amenaza ecológica para los ecosistemas naturales de los que no son nativas“, dijo en un comunicado, Keng-Lou James Hung, biólogo de la casa de estudios y autor del paper.
“La difícil situación de las abejas melíferas es un problema de ganadería y manejo ganadero, mientras que, en lo que respecta a la conservación aquí en Norteamérica, es más probable que las abejas melíferas sean parte del problema, no una solución ni un objetivo de conservación“, planteó.
Para el estudio se puso a prueba la extracción de polen de las abejas melíferas usando tres plantas nativas comunes como fuentes. Así, observaron que tan solo con dos visitas de abejas melíferas, estas extrajeron más del 60% del polen.
Esta extracción, tan alta, dejó una cantidad escasa para las otras 700 especies nativas que hay en California.
Los investigadores apuntan a que este nivel de explotación del polen no está bien documentado y podría representar una amenaza “adicional e importante” para las poblaciones de abejas nativas en lugares donde las melíferas abundan.
Esto además contrasta con la preocupación por las abejas europeas, que se han visto afectadas por el cambio climático y han reducido sus poblaciones en algunas zonas.
“La preocupación pública por las abejas melíferas a menudo no considera sus posibles efectos negativos sobre los polinizadores nativos“, advierte Hung.
Los biólogos plantean que se podrían implementar nuevas regulaciones para el uso de abejas melíferas en cultivos o producción de miel, con mayor orientación sobre el impacto de estas poblaciones en los polinizadores nativos.
Una medida podría ser, sugieren, evaluar si se permite a los apicultores a gran escala mantener sus colmenas en terrenos públicos después de las floraciones de los cultivos, y en qué lugares ubicarlas, para que así las melíferas no tengan que competir con las nativas.
“En áreas con especies de abejas amenazadas, los administradores de reservas naturales también podrían considerar la eliminación o reubicación sistemática de colonias de abejas no nativas para brindarles a las abejas silvestres una oportunidad de luchar”, concluyó Hung.
Referencia:
Dillon J. Travis, Joshua R. Kohn, David A. Holway y Keng-Lou James Hung. Pollen exploitation by non-native, feral honey bees: Potential consequences for interspecific competition. Revista Insect Conservation and Diversity, 2025.