El archipiélago de Chiloé es uno de los lugares del sur del país que más turistas atrae, principalmente debido a su exuberante naturaleza, tradiciones, patrimonio y riqueza cultural. Sin embargo, durante varios años la comunidad chilota se ha visto enfrentada a una crisis sanitaria debido al colapso de los vertederos que reciben los residuos sólidos domiciliarios (RSD).

Para dar solución a esta compleja situación se ha implementado una estrategia de intervención integral, denominada Chiloé Reduce, uno de cuyos pilares es el proyecto Luxemburgo-Chiloé, iniciativa que busca instalar mecanismos, herramientas y capacidades para impulsar la economía circular y el cuidado del medio ambiente en la provincia.

El proyecto surgió como parte de los aportes internacionales obtenidos para Chile en su rol de presidencia en la Conferencia de las Partes (COP25) sobre cambio climático, donde el Gran Ducado de Luxemburgo otorgó 1,4 millones de dólares.

“Con una duración de dos años, el proyecto busca instalar mecanismos, herramientas y capacidades para potenciar una economía sustentable en la provincia. La meta es ser un aporte progresivo en la disminución del volumen total de residuos sólidos domiciliarios destinados a disposición final”, explica Claudio Tapia, coordinador nacional del Proyecto Luxemburgo-Chiloé.

¿Qué es el proyecto Luxemburgo-Chiloé?

Es un proyecto donde el Estado, las municipalidades y la comunidad chilota buscan fortalecer una cultura más sustentable y el cuidado del medio ambiente en el archipiélago. Es implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en conjunto con el Ministerio del Medio Ambiente.

Su implementación se centra en educación ambiental, entregas de equipamiento verde y desarrollo de políticas públicas, adhiriéndose a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, los cuales son parte de una agenda global firmada por 193 Estados Miembros en septiembre de 2015, que establece una hoja de ruta para lograr las transformaciones necesarias para avanzar en un modelo de desarrollo sostenible que genere un equilibrio en las dimensiones ambiental, social y económico del desarrollo.

La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, explicó que “gracias a este proyecto, estamos desarrollando políticas públicas más participativas en el archipiélago, fortaleciendo la gestión municipal en el tratamiento de los residuos domiciliarios, entregando equipamiento y generando un mayor compromiso de las comunidades en la búsqueda de soluciones a un problema que se arrastra por muchos años en Chiloé”.

La representante residente del PNUD en Chile, Georgiana Braga-Orillard, da cuenta que el proyecto Luxemburgo-Chiloé: “destaca por su avance en la agenda de género y economía circular, a través de acciones que promueven el liderazgo de mujeres para reducir brechas y desigualdades, contribuyendo de esta manera a generar transformaciones hacia un modelo sostenible integral e inclusivo a nivel local, con un fuerte enfoque territorial”.

La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, realizó una visita a terreno a la Isla de Chiloé junto al Administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Achim Steiner, en el marco de su visita oficial a Chile. En la foto junto con la seremi de Medio Ambiente de Los Lagos, Carola Iturriaga y Representante Residente del PNUD en Chile, Georgiana Braga-Orillard.

Educación y sensibilización

Los chilotes y chilotas poseen un genuino aprecio por la naturaleza, dada su conexión cotidiana al territorio. Respetuosos de ese espíritu, el proyecto Luxemburgo ha trabajado de la mano con las comunidades del archipiélago, efectuando una serie de diálogos y talleres de educación en torno al cuidado del entorno y la reducción de residuos en todas las comunas de la provincia.

En total, fueron más de dos mil personas, principalmente emprendedores, equipos municipales, gestores de residuos y recicladores de la provincia, quienes recibieron capacitación en dichas temáticas.

Además, el proyecto certificó a 44 recicladores de base para ejercer su oficio de forma remunerada, en la línea de la Ley de Responsabilidad Extendida al Productor.

44 recicladores de base de Chiloé se certificaron con Competencias Laborales. Este hito marca el final de un proceso que ayudará a los recicladores a formalizar su labor ante la implementación de la Ley.

Equipamiento verde

El segundo eje del proyecto, es la entrega de equipamiento para apoyar con soluciones tecnológicas los procesos de prevención y gestión de residuos domiciliarios en Chiloé. A través de estas acciones se aportó a todos los municipios de la provincia, a los recicladores de base, emprendimientos locales y a la comunidad, con herramientas como: 25 máquinas diseñadas para procesar plásticos y otros materiales; 14 puntos verdes fijos y 5 móviles, y cerca de 1.790 de kits de compostaje y vermicompostaje.

También, por medio de alianzas público-privadas, el proyecto aportó con suministros a 9 emprendimientos locales, quienes, en conjunto con los respectivos municipios, trabajaron para impulsar la actividad económica con base en la sustentabilidad.

El emprendimiento “Reverdece” de la comuna de Ancud es uno de los beneficiados con esta iniciativa. El proyecto, que reutiliza botellas de vidrio para convertirlas en vasos, recibirá máquinas para cortar y pulir vidrios que ayudarán a escalar su producción. Por su parte, la municipalidad de Ancud proveerá logística para la recolección de envases y espacios para la venta de estos productos.

“Antes demorábamos cinco minutos en hacer un vaso, ahora nos podremos tardar solo 30 segundos. Vamos a poder aumentar nuestra capacidad productiva y atender más pedidos”, explica Jonathan Báez, gestor de “Reverdece”.

En 2022, el Proyecto Luxemburgo-Chiloé y la Municipalidad de Ancud inauguraron el Punto Limpio de Ancud, que recepcionará 10 tipos de materiales.

Políticas públicas que nacen del territorio

El tercer pilar tiene que ver con el desarrollo de políticas públicas para el fortalecimiento de la institucionalidad local en torno a la gestión ambiental. Junto a las municipalidades y la comunidad, se están elaborando en cada comuna los “Planes locales en Prevención y Gestión de Residuos Sólidos Domiciliarios”, el primer esfuerzo provincial del país en esta materia para establecer una hoja de ruta para el corto y mediano plazo.

“En un contexto donde el manejo de residuos sólidos domiciliarios es complejo, el Proyecto Luxemburgo-Chiloé tiene una mirada integral y coordinada respecto de capacidades, equipamiento y política pública. Avanzar hacia un Chiloé más sustentable y resiliente ante el cambio climático es posible, la provincia es pionera y estamos muy orgullosos de ello”, finaliza la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas.