Una constante preocupación ha sido la sequía de los últimos años en Punta Arenas, en la región de Magallanes, la que afecta a diversos sectores productivos y de la comunidad, como en este caso las lagunas y humedales.
Ejemplo de ello es la laguna Pudeto, que presenta un notorio retroceso del agua.
Al respecto, Humberto Gómez, encargado de investigación de la Agrupación Ecológica Patagónica (AEP), califica la situación como preocupante, pues ha llamado la atención la velocidad con la que se secan las lagunas.
“Hay una sequía importante, pero la velocidad, por ejemplo, en una semana se registra una disminución importante, y ya se ve, que lo que eran los cuerpos barrosos, pasan a ser tierra, es alarmante”, comenta Gómez.
Grave sequía en Magallanes
Uno de los sectores más afectados por este fenómeno es la laguna Pudeto, que se encuentra a la vez en un proceso del municipio para convertirlo en un parque y centro recreacional.
“La laguna Pudeto nunca la había visto tan seca, el año pasado fue la primera vez que vi que bajó mucho el nivel, este año igual”, manifestó Gómez.
Sin embargo, el investigador relata que en conversación con expertos del tema en Argentina, en Río Gallegos también se vive esta realidad. “Estamos experimentando la sequía en la Patagonia en general”, precisó.
La AEP realiza un fuerte trabajo de monitoreo en el humedal urbano Tres Puentes, en el sector norte de la ciudad, y es allí donde se han registrado diversos trastornos en la biodiversidad de la zona.
“La evaluación que existe en Tres Puentes es del año 2007, hemos hecho harta investigación y varias cosas están pasando. Uno de los problemas graves es la fauna introducida, que tiene más facilidad para entrar y depredar sobre los polluelos, en este caso, los perros. Pero, también existen cosas curiosas, como que la rata almizclera deja de verse, porque no hay cuerpos de agua. La flora también se empieza a secar, que sirve de alimentación de varias especies, y otros fenómenos que todavía estamos por descubrir”, explica Gómez.
En ese sentido, el experto remarca que no se está teniendo la capacidad de respuesta para saber qué está diciendo la naturaleza con estos fenómenos.
“No estamos siendo capaces de generar los conocimientos, que nos diga qué está ocurriendo con esta sequía, y eso es porque no se invierte en ciencia ni se hace investigación”, concluye Gómez.
