La Guardia Civil española desmanteló una organización dedicada al tráfico ilegal de plástico sin descontaminar a distintos países de Asia.
La investigación tenía en la mira a 27 personas, que habrían generado ganancias por €15 millones ($14.685 millones).
La red, liderada en España por un ciudadano de origen chino, concretó envíos a países como Malasia, Camboya o Tailandia, entre otros.
La investigación empezó en mayo de 2019, cuando el Gobierno de Malasia devolvió a España cinco contenedores.
Estos estaban cargados de plástico no reciclable que habían sido enviados a ese país de forma ilegal.
Es decir, no fueron declarados como residuos, explicó a EFE el capitán de la Guardia Civil, Carlos Astrain.
Pero también llegaron contenedores con estos residuos a otros países como Camboya o Tailandia, después que China prohibiera a finales de 2018 la importación de residuos plásticos no reciclables.
Se trataba de residuos plásticos no descontaminados y, por tanto, contenían restos de productos tóxicos fitosanitarios porque la mayoría procedía de la agricultura intensiva, es decir, de invernaderos, según la fuente.
En total, la Guardia Civil, en coordinación con la Fiscalía española, analizó 301 envíos.
Según Astrain, este material es muy apreciado por su dureza y alta densidad.
Sin embargo, requiere un costoso proceso de descontaminación que en la red se ahorraban.
De plástico sin descontaminar a basura en mares y ríos
Ya en Asia, los envíos se convertían muchas veces en desecho y acababan en vertederos ilegales, en el océano o en ríos.
Los investigadores comprobaron el vínculo de la organización en España con el jefe de todo este entramado, que se ubicaba en Singapur.
Las pesquisas se llevaron a cabo en coordinación con la Fiscalía de Medio Ambiente y con el apoyo de Europol e Interpol.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico también colaboró con las tareas.
