Expertos llaman al Gobierno a tomar medidas directas en apoyo al sector de la construcción, que atraviesa una crisis a causa de los costos de producción, y el deterioro de las expectativas económicas.
La quiebra de la emblemática empresa nacional Claro, Vicuña, Valenzuela alertó a la industria, donde acusan burocracia estatal en el cumplimiento de los pagos y compromisos contractuales.
Con una deuda de 58 mil millones de pesos a cuestas, el proceso de liquidación que inició la empresa Claro, Vicuña, Valenzuela anunciando formalmente su quiebra, es solo una de las consecuencias concretas del complejo escenario que atraviesa la construcción.
Las causas ya las viene advirtiendo la industria hace meses, tienen que ver con las consecuencias de la inflación que, por ejemplo, ha elevado el precio de los materiales de construcción un 37%.
Esto ha provocado una de las causas que acusó la constructora, un aumento de costos que las empresas no pueden absorber, pero tampoco modificar, a causa de los contratos vigentes.
Sin embargo, esa es solo una de las razones de esta crisis, según explica Cristián Lecaros, experto y CEO de Inversión Fácil.
Sin embargo, además del aumento de costos, las proyecciones de la Cámara Chilena de la Construcción prevén que la inversión caerá un 4% este año y un 5,3% en 2023, además de que los indicadores de confianza empresarial han ido especialmente a la baja.
Una de las razones de este retroceso es el deterioro de las proyecciones de crecimiento en Chile, según el economista senior del OCEC UDP, Cristóbal Gamboni que, como elemento central, apunta a la incertidumbre, como una de las aristas para enfrentar la crisis.
Un efecto concreto será también el efecto sobre el sector inmobiliario que, según se proyecta, podría caer más de 40% este año aunque, sin embargo, los pronósticos apuntan a un mejor desempeño en 2023.
Una de las razones para esto, según Sergio Tricio, gerente general de Patrimore es que las condiciones que dificultaron el acceso al crédito hipotecario a contar de 2021, han comenzado a mejorar.
En el Gobierno, en todo caso, acusan mala gestión de CVV, dicen que buscaron soluciones conjuntas y que las empresas también deben responsabilizarse de tomar resguardos frente a la crisis.