Por 27 votos a favor, 10 en contra y una abstención, la Sala del Senado aprobó el TPP-11, dejándolo en condiciones de ser promulgado por el ejecutivo, acompañado de presiones de la oposición para que sea lo antes posible.
El Gobierno asegura que La Moneda se tomará sus tiempos, en medio de las negociaciones bilaterales y la molestia de Apruebo Dignidad por el rechazo de las dos ‘Declaraciones Interpretativas’ que pusieron sobre la mesa.
A las 7 y media de la tarde, hubo un solitario y persistente aplauso en la sala del Senado, mientras el senador José Miguel Insulza, actuando como Presidente accidental de la cámara alta, leía la aprobación final del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, conocido como TPP-11. Era un resultado previsible.
El senador PPD, Ricardo Lagos Weber, uno de los principales impulsores del acuerdo en la centro izquierda, dijo que esta votación fue ‘un estado del arte’ de lo que venía pasando desde el 17 de abril del 2019, semana en que la votación del TPP-11 llegó al Senado.
Hubo 35 urgencias legislativas pero ninguna votación. Hubo solicitudes de segunda discusión, debates de expertos en contra y a favor, solicitudes de retiro, declaraciones interpretativas y hasta una negociación bilateral que continúa.
Lagos Weber plantea que en todo este tiempo las posiciones y las mayorías fueron más menos las mismas, entrando al debate de los tiempos: El Congreso ya hizo su parte, pero el senador PPD confía en que La Moneda concretará en un plazo razonable el plazo final.
Apruebo Dignidad planteó su posición desde el inicio. El senador PC, Daniel Nuñez, dijo que haría todo para retrasar la votación; Juan Ignacio Latorre, que nada los haría cambiar su posición contraria: Claudia Pascual cuestionó por qué siempre tienen que defender su posición, cuando Chile ya tiene Tratados de Libre Comercio con los miembros CPTTP.
Se llaman ‘Declaraciones Interpretativas’: son sugerencias no vinculantes para que el gobierno considere. Establecían que el capítulo 9 de resolución de controversias entre inversores y el Estado, sean interpretados siempre de manera irrestricta en favor del Estado, y que en el 17, sobre Empresas de Propiedad del Estado, siempre se favorezca la elección libre y soberana de políticas económicas e industriales.
La senadora FRVS, Alejandra Sepúlveda, calificó como un error que el Senado rechazara por 22 votos en contra y 8 a favor, estas declaraciones y advirtió que este tratado traerá problemas a Chile en el futuro.
En la oposición estaban tranquilos y conformes. Siempre supieron que contaban con la mayoría para aprobar el tratado y perciben a un Gobierno que está consciente de que necesita un buen clima con ellos para avanzar en su agenda legislativa.
El Presidente de Renovación Nacional, Francisco Chahuán, llamó al Gobierno a ratificar cuanto antes el tratado, haciendo el llamado depósito a Nueva Zelanda, país articulador del acuerdo.
La Cancilller, Antonia Urrejola, reconoció una larga jornada para el ministerio. Le preguntaron si es bueno o malo para Chile el TPP-11, y contestó que ‘hay un conjunto de sensibilidades de las que nos tenemos que hacer cargo, lo importante es respetar la voluntad del Congreso’.
Recordó que el camino que viene no es novedad, apuntando que para el acuerdo con la comunidad europea, Chile demoró dos entre la aprobación y promulgación del acuerdo Alianza Pacífico y lo mismo ocurrió con el Protocolo de San Salvador sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Urrejola dijo que continuarán las negociaciones bilaterales con los países miembros, para hacer cambios en las condiciones del capítulo 9 y que si bien existe la facultad del Congreso para esta aprobación, La Moneda también tiene sus atribuciones.
Si bien la expectativa era mayor en los días previos, finalmente una cincuentena de personas se congregaron en el acceso Victoria del Congreso Nacional con pancartas y lienzos que rezaban ‘NO al TPP-11’.
A eso de las cuatro de la tarde llegó junto a un grupo de manifestantes, el ex candidato presidencial, Eduardo Artés, mientras se cantaba ‘Boric, Piñera, la misma billetera’.
Artés fue implacable, tildando al Gobierno de cobarde y sometido a las empresas trasnacionales, apuntando que este tratado le quita posibilidades de desarrollo al país.
El Gobierno deberá volver al Congreso a medida que vayan siendo contestadas las cartas bilaterales. La ministra Urrejola no precisó cuántas han recibido respuesta ni cuál es el mínimo que estiman para realizar el depósito, pero se discutirían en forma de proyectos estas iniciativas.
La pelota está en la cancha del ejecutivo, en el entendido de que la oposición dará lo que sería ‘un tiempo razonable’ a La Moneda antes de comenzar a presionar, sin que se apague del todo un ruido en el oficialismo que pide revisar, modificar y hasta retirar el acuerdo que ya se aprobó.