Peligra proyecto de Pensión Garantizada Universal, hay desacuerdos en cuanto al financiamiento

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Se había planteado desde un principio, cuando el Gobierno anunció el proyecto de Pensión Garantizada Universal, y finalmente las dudas de la oposición sobre el financiamiento de esta reforma están alejando cada vez más la posibilidad de un acuerdo, que se veía cercano.

La comisión de Hacienda de la Cámara ya había dado un paso, pero ayer surgió una crítica muy dura desde el mundo técnico, economistas ligados a la centroizquierda como los exministros José De Gregorio y Rodrigo Valdés, además de Andrea Repetto y Eduardo Engel.

A través de una carta, critican duramente la propuesta de financiamiento que plantea el Gobierno. Hablan de un “espacio fiscal fantasioso” y proyecciones poco realistas, aludiendo principalmente a las holguras.

Esto, de inmediato, provocó una suerte de coro en la oposición, que de inmediato pidió un mayor esfuerzo al Gobierno. Lo transparentaron así el senador PPD Ricardo Lagos Weber y Manuel Monsalve, del PS, que transparenta que esperan un mayor esfuerzo tributario.

Esta sería también la postura del equipo del presidente electo, donde ayer se hablaba de impuesto a los súper ricos o royalty a la minería, todo bajo la consigna de “gastos permanentes requieren ingresos permanentes”, con lo cual el proyecto debe ir con reforma tributaria.

El propio Gabriel Boric abordó esta discusión y aunque intentó bajar el perfil a las críticas, recalcó que hay que resolver las debilidades.

¿Qué ha propuesto el Gobierno? Se estima que este proyecto tiene un costo cercano a 1 punto del PIB, la mitad en base a recursos presupuestarios, asociados a las reformas previas; una décima adicional con un menor ahorro en el FRP, y poco más de tres décimas a través de las exenciones tributarias.

Así lo explicó el propio ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda quien recalcó que hay financiamiento para la reforma, y que ya es momento de lograr un acuerdo que mejore las jubilaciones.

Lo cierto es que la crítica de este grupo de economistas va más allá. Las proyecciones pueden ser poco realistas, pero el propio José de Gregorio conversó con nuestro medio asociado CNN Chile, y transparentó que la preocupación va por la forma en que se plantea.

La idea de los proyectos separados, según el expresidente del BC, provoca un riesgo de que el proyecto se apruebe sin financiamiento, pero también genera preocupaciones a nivel estructural del sistema.

Esto también ha provocado críticas del punto de vista político. En el Congreso no gustó esta arremetida, principalmente desde el oficialismo, donde dicen que el financiamiento existe, el acuerdo político también, y lo que el Frente Amplio hace es un muñequeo.

Sobre todo, por el hecho de que son ellos los que “negaron la sal y el agua”, que en beneficios sociales nunca escatimaron en gasto. Es lo que plantean Frank Sauerbaum, de RN y el senador UDI, JA Coloma.

Lo cierto es que se abrirá una ventana de discusión previo a que termine la semana distrital, con la idea de ampliar esta reforma o derechamente postergarla, quedando cada vez menos días para el receso legislativo.

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Se había planteado desde un principio, cuando el Gobierno anunció el proyecto de Pensión Garantizada Universal, y finalmente las dudas de la oposición sobre el financiamiento de esta reforma están alejando cada vez más la posibilidad de un acuerdo, que se veía cercano.

La comisión de Hacienda de la Cámara ya había dado un paso, pero ayer surgió una crítica muy dura desde el mundo técnico, economistas ligados a la centroizquierda como los exministros José De Gregorio y Rodrigo Valdés, además de Andrea Repetto y Eduardo Engel.

A través de una carta, critican duramente la propuesta de financiamiento que plantea el Gobierno. Hablan de un “espacio fiscal fantasioso” y proyecciones poco realistas, aludiendo principalmente a las holguras.

Esto, de inmediato, provocó una suerte de coro en la oposición, que de inmediato pidió un mayor esfuerzo al Gobierno. Lo transparentaron así el senador PPD Ricardo Lagos Weber y Manuel Monsalve, del PS, que transparenta que esperan un mayor esfuerzo tributario.

Esta sería también la postura del equipo del presidente electo, donde ayer se hablaba de impuesto a los súper ricos o royalty a la minería, todo bajo la consigna de “gastos permanentes requieren ingresos permanentes”, con lo cual el proyecto debe ir con reforma tributaria.

El propio Gabriel Boric abordó esta discusión y aunque intentó bajar el perfil a las críticas, recalcó que hay que resolver las debilidades.

¿Qué ha propuesto el Gobierno? Se estima que este proyecto tiene un costo cercano a 1 punto del PIB, la mitad en base a recursos presupuestarios, asociados a las reformas previas; una décima adicional con un menor ahorro en el FRP, y poco más de tres décimas a través de las exenciones tributarias.

Así lo explicó el propio ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda quien recalcó que hay financiamiento para la reforma, y que ya es momento de lograr un acuerdo que mejore las jubilaciones.

Lo cierto es que la crítica de este grupo de economistas va más allá. Las proyecciones pueden ser poco realistas, pero el propio José de Gregorio conversó con nuestro medio asociado CNN Chile, y transparentó que la preocupación va por la forma en que se plantea.

La idea de los proyectos separados, según el expresidente del BC, provoca un riesgo de que el proyecto se apruebe sin financiamiento, pero también genera preocupaciones a nivel estructural del sistema.

Esto también ha provocado críticas del punto de vista político. En el Congreso no gustó esta arremetida, principalmente desde el oficialismo, donde dicen que el financiamiento existe, el acuerdo político también, y lo que el Frente Amplio hace es un muñequeo.

Sobre todo, por el hecho de que son ellos los que “negaron la sal y el agua”, que en beneficios sociales nunca escatimaron en gasto. Es lo que plantean Frank Sauerbaum, de RN y el senador UDI, JA Coloma.

Lo cierto es que se abrirá una ventana de discusión previo a que termine la semana distrital, con la idea de ampliar esta reforma o derechamente postergarla, quedando cada vez menos días para el receso legislativo.