Expertos apuntaron a recuperar el crecimiento como el principal desafío, en materia económica, que tendrá el presidente electo Gabriel Boric, especialmente en un contexto de elevada inflación.
Ante la estrechez de las cuentas fiscales, además, los especialistas advierten que incentivar la inversión privada será fundamental, y recomiendan postergar la discusión tributaria.
Fue un tema central durante la campaña, y va a seguir siendo uno de los grandes desafíos que va a tener que enfrentar Gabriel Boric y su gobierno; el complejo escenario económico que se avecina.
Lo describió en forma muy precisa y muy oportuna el Banco Central, en su Informe de Política Monetaria de la semana pasada, para ver cuáles son las proyecciones para los años 2022 y 2023.
El escenario es el siguiente: un crecimiento muy bajo, dado por el fin de las ayudas de emergencia, que además hay que enfrentarlo combatiendo la inflación y reordenando las cuentas fiscales.
En este contexto, y probablemente la reacción que tengan los mercados hoy va a decir mucho al respecto, el economista de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón señala que una variable central es recuperar la inversión, donde Boric tendrá una difícil tarea en materia política.
Cuando se habla de estabilidad política o señales de incertidumbre, que son las que han depreciado el peso chileno, suena como un concepto difícil de describir, inmaterial; pero la principal crítica que hay en los agentes económicos es populismo e irresponsabilidad legislativa.
En ese sentido, se apunta a un concepto que puede ser clave dentro del programa de gobierno de Gabriel Boric: las expectativas.
Con un amplio catálogo de demandas sociales, con foco en la redistribución de los ingresos, el director de la Escuela de Negocios de la Universidad Mayor, Francisco Castañeda, cree que es clave el manejo de expectativas.
Por una parte, para evitar una frustración ciudadana, pero también para poner de su lado al sector privado, que puede ser fundamental.
Habría, entonces, que seleccionar o priorizar algunas propuestas. No solo por el hecho de asegurar condiciones para el crecimiento, sino que también porque las condiciones fiscales son bastante frágiles.
El nivel de la deuda pública ha subido con mucha fuerza, también el riesgo país y los ahorros han disminuido. La gran respuesta que da el programa de Boric es la reforma tributaria, de 5 puntos del PIB.
Acá, la visión de los expertos, es que este tema está absolutamente fuera de la mesa. En particular durante el primer año, según explica el economista senior de Libertad y Desarrollo, Tomás Flores.
Más allá del momento o la oportunidad de la reforma tributaria, es el “voluntarismo” que se ha acusado detrás de la propuesta probablemente la gran interrogante, a la espera de que se definan las principales voces del equipo económico.