Arquitecto por alza de loteos irregulares: "A diferencia de la toma chilena hay organización criminal"

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Un crecimiento veloz y exponencial han experimentado los campamentos en las principales ciudades del país, con localidades sumamente afectadas como Alto Hospicio en el norte, Lampa en la Región Metropolitana y San Antonio en el litoral central.

En donde en este último caso se registra toda una problemática por la presencia de una ocupación ilegal en terrenos privados donde se proyecta el acceso norte al terminal portuario.

Bajo esa mirada y para analizar este fenómeno nacional desde una perspectiva urbanística, en una nueva edición del Podría ser peor, conversamos junto al arquitecto Iván Poduje.

Problemática nacional y ausencia del Estado

“En 2019 cuando llegaron fotos nuevas de Google Earth, detectamos crecimientos grandes y anómalos en varios puntos del país, a medida que se fueron actualizando nos dimos cuenta que eran campamentos y revisando las fotos vimos que tenían un patrón distinto a la toma tradicional que se hacía en Chile”, explicó.

Y agregó: “En San Antonio tenían 5 hectáreas de campamentos el 2018 y cuando hicimos el levantamiento detectamos 180 y ahora 270. Es un fenómeno que crece absolutamente fuera de control. Claramente tenía una organización distinta a la toma original. Se llama el modelo mexicano, un grupo criminal que se dedica a robar tierras y arrendárselas a inmigrantes”.

“Estas tomas partieron el año 2019, a diferencia e una toma tradicional las calles están bien trazadas, se definen estas y luego llegan las casas. Acá tienes una planificación, con topografía, trazados y se instalan entre 150 familia para evitar el desalojo. Lo hemos detectado en Alto Hospicio, Iquique, Arica, Lampa, Santiago y muchas ciudades más”, complementó.

E insistió: “Es ausencia completa de Estado. Hay un primer origen el 2019, luego el 2020 con la pandemia esto se dispara y con el ingreso migratorio se sale de control. La velocidad en el caso del norte es que básicamente en 3 años aparece una ciudad de 20 mil habitantes y el grueso son inmigrantes”.

“El loteo irregular nace en Centroamérica como una forma de resolver el déficit habitacional con una organización paralela al Estado. El problema es que se roban los terrenos y la diferencia con el campamento chileno es que acá hay una organización delictual, personas que arriendan maquinarias, que ingresan a la fuerza y hay una toda una logística”, zanjó.

“Cobran como 3 o 2 millones por sitio y meten 50 familias en la primera apertura de toma que hacen. En algunos casos cobran arriendo además a los inmigrantes por poder vivir en una media agua en una zona de campamento. Es muy complejo lo que está pasando”, persistió.

En tanto, respecto a la situación del litoral central el profesional indica que buena parte corresponde a segundas viviendas y en el caso específico de San Antonio se ha constatado la construcción de alrededor de 5 mil 200 viviendas informales, lo cual hoy mantiene con problemas a la construcción del acceso norte del Puerto de la comuna.

“Hemos detectado esto como un crecimiento anómalo en lo urbano. Acá se requiere una investigación y el ministro Montes incluso habló de traficantes de suelo donde hay una organización para tomar terrenos, localizar familias y estafarlas”, cerró.

A continuación, revisa la entrevista completa en Bio Bio TV.

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Un crecimiento veloz y exponencial han experimentado los campamentos en las principales ciudades del país, con localidades sumamente afectadas como Alto Hospicio en el norte, Lampa en la Región Metropolitana y San Antonio en el litoral central.

En donde en este último caso se registra toda una problemática por la presencia de una ocupación ilegal en terrenos privados donde se proyecta el acceso norte al terminal portuario.

Bajo esa mirada y para analizar este fenómeno nacional desde una perspectiva urbanística, en una nueva edición del Podría ser peor, conversamos junto al arquitecto Iván Poduje.

Problemática nacional y ausencia del Estado

“En 2019 cuando llegaron fotos nuevas de Google Earth, detectamos crecimientos grandes y anómalos en varios puntos del país, a medida que se fueron actualizando nos dimos cuenta que eran campamentos y revisando las fotos vimos que tenían un patrón distinto a la toma tradicional que se hacía en Chile”, explicó.

Y agregó: “En San Antonio tenían 5 hectáreas de campamentos el 2018 y cuando hicimos el levantamiento detectamos 180 y ahora 270. Es un fenómeno que crece absolutamente fuera de control. Claramente tenía una organización distinta a la toma original. Se llama el modelo mexicano, un grupo criminal que se dedica a robar tierras y arrendárselas a inmigrantes”.

“Estas tomas partieron el año 2019, a diferencia e una toma tradicional las calles están bien trazadas, se definen estas y luego llegan las casas. Acá tienes una planificación, con topografía, trazados y se instalan entre 150 familia para evitar el desalojo. Lo hemos detectado en Alto Hospicio, Iquique, Arica, Lampa, Santiago y muchas ciudades más”, complementó.

E insistió: “Es ausencia completa de Estado. Hay un primer origen el 2019, luego el 2020 con la pandemia esto se dispara y con el ingreso migratorio se sale de control. La velocidad en el caso del norte es que básicamente en 3 años aparece una ciudad de 20 mil habitantes y el grueso son inmigrantes”.

“El loteo irregular nace en Centroamérica como una forma de resolver el déficit habitacional con una organización paralela al Estado. El problema es que se roban los terrenos y la diferencia con el campamento chileno es que acá hay una organización delictual, personas que arriendan maquinarias, que ingresan a la fuerza y hay una toda una logística”, zanjó.

“Cobran como 3 o 2 millones por sitio y meten 50 familias en la primera apertura de toma que hacen. En algunos casos cobran arriendo además a los inmigrantes por poder vivir en una media agua en una zona de campamento. Es muy complejo lo que está pasando”, persistió.

En tanto, respecto a la situación del litoral central el profesional indica que buena parte corresponde a segundas viviendas y en el caso específico de San Antonio se ha constatado la construcción de alrededor de 5 mil 200 viviendas informales, lo cual hoy mantiene con problemas a la construcción del acceso norte del Puerto de la comuna.

“Hemos detectado esto como un crecimiento anómalo en lo urbano. Acá se requiere una investigación y el ministro Montes incluso habló de traficantes de suelo donde hay una organización para tomar terrenos, localizar familias y estafarlas”, cerró.

A continuación, revisa la entrevista completa en Bio Bio TV.

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