El Gobierno finalmente despachó el proyecto que permite al as Fuerzas Armadas resguardar la infraestructura crítica y zonas fronterizas del país. Fue durante esta jornada cuando la Cámara aprobó la medida con 122 votos a favor, 6 en contra y 6 abstenciones.
Luego de una serie de indicaciones de la oposición la iniciativa ya fue destrabada y durante febrero se constituirán mesas técnicas para analizar el uso de la fuerza por parte de las instituciones policiales.
Bajo esa mirada, en una nueva edición del Podría ser peor, conversamos junto al diputado Jaime Araya para analizar más a detalle.
“Fórmula intermedia”
“Viene a resolver un problema básicamente pensando en lo que ocurre en la macrozona norte. Es presencia militar con facultades de orden público y van poder realizar controles de identidad, registro de pertenencias y vehículos, además de tener la facultad de detención en caso de delitos”, sostuvo.
Y agregó: “Son aquellas infraestructuras que son indispensables para el funcionamiento de la ciudadanía, por ejemplo las líneas de agua potable, de transmisión eléctrica, de gas, las plantas de producción de servicios, carreteras, hospitales y aeropuertos”-
“En la tramitación de ese proyecto de Ley, el Ejecutivo para no decretar un estado de excepción en la macrozona norte, entendiendo que eso tenía algunas complejidades, hace una indicación. Un decreto donde en zonas y rutas fronterizas se puedan desplegar fuerzas militares como si fuesen infraestructura crítica”, zanjó.
E insistió: “Significa la presencia de militares sin necesidad de afectar garantías o derechos fundamentales. No constituye un Estado de Excepción Constitucional como el que rige en la macrozona sur, es una fórmula intermedia que tiene mucho más control constitucional. Le permite a las Fuerzas Armadas tener las facultades de orden público porqué es fundamental en la zona”.
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