Escuela Alerce Histórico de Puerto Montt suspende clases por falta de calefacción

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La escuela muestra desde hace varios años fallas estructurales que movilizaron a los apoderados que incluso, se tomaron el establecimiento. Su principal demanda es poner en conocimiento directo a las autoridades y tener lo necesario para resguardar la integridad de los menores.

“La escuela está sin clases hace 7 días donde efectivamente la comunidad mostró su incomodidad: la calefacción y el sistema eléctrico que tampoco funciona bien. La comunidad está incómoda, pero no hubo ninguna toma: solo una manifestación afuera de las instalaciones para que hubiese un mínimo de mejoras” sostiene su director, Marco Huerta.

Si la zona centro ha mostrado temperaturas poco habituales en otoño, en el sur del país la situación es extrema y la educación de los niños depende de la calefacción para poder estudiar de manera digna.

“La sensación que tengo es que no se ha hecho suficiente, se han hecho cosas pero estos elementos son cruciales y fundamentales para el buen funcionamiento de la escuela y han tenido una demora importante. Las manifestaciones tal vez ayudan a acelerar estos proceso que son más lentos en el mundo público, no así en el privado” agrega.

La escuela antes era un internado de una planta con una caldera que no llega al segundo piso. Los arreglos como cuenta el director, se arregla pero a la semana vuelven los mismos problemas. Respecto al sistema eléctrico se empezó a materializar hace 6 años. Sin embargo, ese trabajo no se culminó y falta todavía un 30%.

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La escuela muestra desde hace varios años fallas estructurales que movilizaron a los apoderados que incluso, se tomaron el establecimiento. Su principal demanda es poner en conocimiento directo a las autoridades y tener lo necesario para resguardar la integridad de los menores.

“La escuela está sin clases hace 7 días donde efectivamente la comunidad mostró su incomodidad: la calefacción y el sistema eléctrico que tampoco funciona bien. La comunidad está incómoda, pero no hubo ninguna toma: solo una manifestación afuera de las instalaciones para que hubiese un mínimo de mejoras” sostiene su director, Marco Huerta.

Si la zona centro ha mostrado temperaturas poco habituales en otoño, en el sur del país la situación es extrema y la educación de los niños depende de la calefacción para poder estudiar de manera digna.

“La sensación que tengo es que no se ha hecho suficiente, se han hecho cosas pero estos elementos son cruciales y fundamentales para el buen funcionamiento de la escuela y han tenido una demora importante. Las manifestaciones tal vez ayudan a acelerar estos proceso que son más lentos en el mundo público, no así en el privado” agrega.

La escuela antes era un internado de una planta con una caldera que no llega al segundo piso. Los arreglos como cuenta el director, se arregla pero a la semana vuelven los mismos problemas. Respecto al sistema eléctrico se empezó a materializar hace 6 años. Sin embargo, ese trabajo no se culminó y falta todavía un 30%.