Tras la aparente explosión que dejó a dos personas heridas durante la mañana, se han dado a conocer la falta de recursos que enfrenta la empresa pese a su costoso pasaje.
Esta mañana el Metro de Santiago vivió una aterradora jornada: en su horas de máxima ocupación, estación Las Rejas vivió una avalancha de usuarios que escapaban de la aparente explosión de uno de sus vagones.
Rápidamente, se descartó a terceras personas o que la situación correspondiera a un acto de vandalismo para ocasionar terror; sin embargo, las falencias estructurales de una de las empresas más importantes de Santiago comienzan a reflejarse en términos estructurales, y también de seguridad.
En Podría ser Peor, Eric Campos, Presidente de la Federación de Sindicatos de Metro, aclaró muchos factores que comprometen el buen funcionar del transporte público de uso masivo.
“Los antecedentes que tenemos son los que entregó la propia empresa; no tenemos el mejor momento de diálogo con los ejecutivos actuales que vienen del gobierno anterior. Lo que se conoce es una falla en las baterías del tren, que al entrar en contacto con el riel, hace que se genere este arco eléctrico” comenta.
“Esperamos exista una investigación pronta, que se haga pública para que no quede algún tipo de duda”
Faltan trabajadores para Metro de Santiago
Según Campos, no están las condiciones adecuadas para responder a estas urgencias. Para él no es lo mismo evacuar a 2 mil personas en hora punta a diferencia de otras situaciones donde se podrían poner más vidas en riesgos.
“En la práctica 1.500 trabajadores quedaron sin contratos a medida que comenzó a subir la afluencia perdida tras la pandemia, teniendo menos colaboradores para enfrentar este tipo de fallas” señala respecto a la complicada situación que vive Metro desde el inicio del estallido el año 2019.
La cantidad exacta de trabajadores de metro es de 4.300 en planta y casi 10 mil en subcontrato; la mayoría de las utilidades que genera Metro, es gracias al pasaje. Al bajar la afluencia de usuarios durante la pandemia, no se han repuesto las condiciones necesarias para que se opere correctamente.
El rol del Estado
En las ciudades donde el transporte público funciona, es gracias a que se utilizan empresas públicas que planifican los viajes y reparten de manera ecuánime la tarifa al respecto de la calidad del servicio.
“Pagamos una de las tarifas más caras de Latinoamérica y se reparte entre forma muy desigual entre los privados y operadores públicos” agrega Eric Campos, afirmando que 7 de cada 10 trabajadores está con subcontratada.
“Ha habido fuga de talentos y expertiz técnica por los bajos salarios que se pagan” sostiene enfáticamente.