La contaminación del aire y las bajas temperaturas son un factor preocupante en medio de una pandemia en curso
Todo cambia: la sequía nos ha dejado sin las lluvias que tan nos molestaban pero ahora extrañamos; el frío permanece y la inflación nos he llevado a cambiar ciertos hábitos alimenticios a la hora del té. Sin embargo, algo permanece: los virus estacionales que tanto complican a los más pequeños y ancianos.
Desde la irrupción de la pandemia en marzo del 2020, las gripes estacionarias parecían algo del pasado, relegadas al segundo plano. Sin embargo, este año nos enfrentamos al incremento de estos virus que nos afectan.
“Debemos dejar en claro que durante estos últimos dos años no hubo presencia de virus estacional; entonces, es fácil olvidar que los virus respiratorios aumenten cuando estamos preocupados por la pandemia” nos cuenta Guillermo Zepeda, Doctor Broncopulmonar de la Universidad de Chile.
Pero de quienes debemos preocuparnos es de aquellos niños que han vivido bajo el encierro de la pandemia y no cuentan con las defensas requeridas para hacer frente a estos virus.
“El gran problema es que los preescolares no han estado expuestos a estos virus durante los últimos años lo que hace más difícil defenderse de ellos. Estamos viendo un aumento de la frecuencia previos a los niveles de la pandemia. Es muy difícil predecir a lo que podemos llegar” agrega.
Lo positivo es que hemos aprendido a cuidarnos gracias a las enseñanzas que nos deja la pandemia de coronavirus. Se hace un llamado a la calma de la mano del profesional, siempre tomando precauciones correspondientes.
“Lo bueno es que la gente se ha habituado a cuidarse con el uso de mascarilla, ventilar espacios cerrados, tomar distancia y debe seguir así”