El sobrepeso y la obesidad infantil se han convertido en la nueva epidemia a nivel mundial. Por primera vez en la historia , las cifras de niños y adolescentes con exceso de peso superaron los índices de desnutrición infantil.
Según el informe de UNICEF “Alimentando el negocio. Cómo los entornos alimentarios ponen en peligro el bienestar de la infancia”, uno de cada diez niños padece obesidad, y los expone a patologías que podrían ser mortales.
En conversación con Expreso Bio Bío, el doctor Eduardo Celades, Asesor Regional de Salud y Nutrición de UNICEF, aseguró que la mayoría de los casos se presentan en países de ingresos bajos y medios.
“Hemos visto que en los últimos 25 años la obesidad y el sobrepeso se han duplicado, sobre todo en países con renta baja y media. Hemos pasado de 193 millones de niños y adolescentes con sobrepeso a casi 400 millones”, recalcó Celades.
En esa línea, explicó que el informe identifica tres causas principales que explican este cambio: la mayor accesibilidad y bajo costo de alimentos ultraprocesados, la exposición de niños y adolescentes a publicidad de comida rápida y productos no saludables en entornos digitales y la debilidad en políticas públicas que garanticen la protección de las infancias con respecto a la nutrición saludable. de este cambio. “La primera es el acceso a comidas ultraprocesadas”.
“Debemos tener políticas públicas que nos dirijan a una sociedad más saludable (…) Los problemas de sobrepeso y obesidad hoy serán muchas enfermedades crónicas y cardiovasculares”, apuntó el médico.
Chile entre los países con más obesidad infantil
En nuestro país la situación no mejora. El informe destaca que en Chile un 27% de los jóvenes entre 5 y 19 años tienen obesidad, y un tercio de las calorías que los niños y adolescentes obtienen, provienen de bebidas y alimentos ultraprocesados.
“Es un cambio completo en la tendencia. Está afectando a todos los países y en Latinoamérica y Asia se concentra más sobrepeso y obesidad”, indicó Celades, añadiendo que en Chile “cuando se entra a centros comerciales o supermercados, es muy accesible a la altura de niños y adolescentes los alimentos ultraprocesados”.
Además, insistió en que se requiere “un cambio social, de comportamiento y de los jóvenes para que realmente sean conscientes de este problema” y que se debería partir por la primera infancia.