El día de ayer se dio cuenta de un informe especial de la CEPAL (Comisión Económica Para América Latina y el Caribe) sobre el impacto de la guerra entre Ucrania y Rusia en la economía de la región.
Según el informe la inflación se acelerará y también va a aumentar la pobreza en el continente
Según las cifras entregadas, la incidencia de la pobreza regional alcanzaría un 33,7%, 1,6 puntos porcentuales más que el valor proyectado para el año 2021, mientras que la pobreza extrema estaría alcanzando un 14,9%, 1,1 punto porcentual más arriba que el 2021.
Revisa qué fue lo que dijo Daniel Titelman, Director de la División de Desarrollo Económico de la CEPAL.
“Las proyecciones sobre la evolución de la pobreza van aumentando, vamos a tener más población en América Latina y el Caribe viviendo en esta condición. Esto por varios motivos: primero, las consecuencias que nos dejó la pandemia, que tuvo un impacto económico y social muy fuerte durante el 2020, con una recuperación el año pasado que no alcanzó a cubrir los costos negativos en las condiciones de vida de las personas. Segundo, se le suma la guerra entre Ucrania y Rusia que ha generado un impacto muy fuerte en la energía y en los alimentos, particularmente el trigo y los cereales, porque ambos países son grandes productores a nivel mundial. Esto se ha traspasado a los países se América Latina y el Caribe y es parte de la explicación de por qué la inflación esta tan alta y el aumento en las proyecciones de pobreza.”
“Este es un escenario con factores extra económicos muy inciertos. Nadie sabe cuánto puede durar la guerra y cuál va a ser su devenir. Lamentablemente, si continúan estos problemas y se empiece a afectar la dinámica de crecimiento de otros países desarrollados como Estados Unidos y Europa la pobreza podría seguir aumentando, el crecimiento disminuyendo y la inflación subiendo. Parte de nuestra propuesta es que se requieren políticas activas para enfrentar estos problemas, que tengan una gran dosis de pragmatismo y flexibilidad.”
“Lamentablemente la integración regional en América Latina todavía deja mucho que desear, es una tarea pendiente. Hay un gran riesgo de que muchos países exportadores de alimentos dejen de exportar por cubrir sus propias necesidades, lo que podría causar gran presión a los países importadores y generar mayor riesgo de hambrunas. Hoy día, a nivel global y en la región, el riesgo del hambre está siendo cada vez más fuerte”