Un cabaret, viajes al extranjero y transferencias a palos blancos son parte de los nuevos antecedentes que investiga la fiscalía en los dos fraudes que aquejan al Departamento de Administración de Salud (DAS) de la Municipalidad de Talcahuano.
En total, el monto desfalcado supera los $600 millones, mientras que el foco de la justicia apunta como responsables a cinco exfuncionarios municipales y tres civiles.
Revisa la entrevista a Henry Campos, alcalde de Talcahuano.
“Esto es básicamente un robo, sustracción de recursos públicos que efectuaron algunos funcionarios de la asmnistración de salud municipal. Cuando asumimos a fines de 2016 advertimos deudas impagas, había falta de medicamentos y generamos acciones para evitar que faltaran insumos necesarios. Descubrimos irregularidades desde el punto de vista contable, realizamos un sumario administrativo que fue tomado por Contraloría y se advierten hechos que no solo son faltas administrativas si no que son hechos constitutivos de delitos. Fuimos los primeros en denunciar y querellarnos: Los funcionarios están siendo investigados, algunos en la preparación del juicio oral”.
“Giraban cheques y se los cobraban ellos mismos, hay un funcionario de salud municipal que habría argumentado que las platas las desvió para ser inversionista de un cabaret de Talcahuano. En ambos casos eran funcionarios públicos”.
“Estamos en presencia de gente que se llevó plata para la casa o permitió que otros lo hicieran. Aquí no sólo se trata de cargar las administraciones anteriores, hay un funcionarios de años de carrera y otros que iniciaron conmigo. Hay que ser tajante con que quien cometa irregularidades tiene que pagar por ellas”.
“No hubo observancia en los procesos administrativos. Se ha defraudado la fe pública. Si no hubiéramos iniciado estos procesos, estos funcionarios hubieran seguido cometiendo estas irregularidades, quizás desde cuándo lo estaban haciendo”.
“Se hablaba de cheques de 400 millones de pesos. La justicia tiene que operar, tiene que ser dura para sancionar a funcionarios que cometen irregularidades, hoy ex funcionarios porque están todos destituidos”.
“Lamento mucho que esos recursos hayan terminado sustraídos de la función pública. Debieran estar en las arcas municipales para poder comprar medicamentos y mejorar infraestructura. El dinero llamó más la atención que la función pública”.