En Chile, el promedio general de un facultativo para emitir licencias médicas al año es de 105. Por eso, llamó la atención que el médico cirujano Freddy Araya entregara más de 5 mil en poco más de dos años. Algo así como 162 por mes. Más de 1.750 por año.
La situación llegó al Consejo de Defensa del Estado que se querelló. La cifra equivale al pago de más de $1.739 millones en subsidios por incapacidad laboral. Dineros del fisco, que por ahora, serían pagados a “pacientes” con estados de salud, a lo menos, dudosos.
Revisa la entrevista a Patricio Fernández, Superintendente de salud.
“A raíz de la pandemia ha habido una necesidad de establecer mecanismos para facilitar el acceso a licencia médica o consultas. Hoy más del 90% de las licencias que se emiten son por vía electrónica”.
“Todos estos adelantos dan la posibilidad de que ciertos profesionales fraudulentos se dediquen a usar estos mecanismos para defraudar el sistema. Son subsidios que afectan a Fonasa e Isapre, implican pagos indebidos”.
“Recogimos los casos que nos han llegado e interpusimos una querella para tener acceso a la investigación y pedir unas diligencias”.
“Hacemos un llamado de cuidado a las personas que se les ocurra recurrir a las licencias fraudulentas porque también hay consecuencias penales para ellos. Para el profesional que las emite y quienes las reciben”.
“Las licencias por salud mental han crecido más de un 30%, se entiende que hay una necesidad de recurrir a la licencia. No podemos generalizar”.
“Hay que revisar la legislación y reforzarla. Lograr acreditar una conducta fraudulenta no es fácil. Las investigaciones se ven afectadas por eso”.
“La tasa de rechazo llega al 60% en salud mental y en Covid-19 al 90%”.