Durante una marcha de instrucción desde el Campo de Entrenamiento Pacollo hacia el cuartel militar en la comuna de Putre, el soldado conscripto Franco Vargas falleció. La situación provocó una remoción en el interior del Ejército, lo cual no tardó en generar críticas tanto de la población como del mundo político.
A lo anterior, se sumó el descubrimiento de un cuadro infeccioso que afectó a 45 conscriptos que participaron de la misma marcha y la querella del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) por apremios ilegítimos hacia los soldados.
Aún con las investigaciones en curso y con un cuestionamiento hacia la permanencia del comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga, el Gobierno ratificó su posición en el cargo y acogió la propuesta de renuncia del jefe de la VI división del Ejército, el general Rubén Castillo y el comandante de la Brigada “Huamachuco”, el coronel Sebastián Silva.
En una nueva edición de Entrevista Bio Bio Tv, se conversó con Richard Koumoudjian, vicepresidente de Athena Lab, oficial de la Armada en retiro y experto en defensa y seguridad nacional, quien en esta oportunidad analizó el actuar del Ejército ante la muerte del joven conscripto, Franco Vargas, y el debato en torno a la justicia militar.
La fatal marcha
“La reacción inicial del ejército no es lo que uno establece como lo ideal en un manejo de crisis para una situación de este tipo”, explicó Koumoudjian.
“Hay que separar el lamentable fallecimiento de Franco Vargas con los otros dos jóvenes que aún están en el hospital, son tres casos distintos y que no tienen, necesariamente, un hilo entre ellos”, agregó.
“El sumario interno del ejército junto a la revisión que realiza la ministra en visita permitirá dar a conocer de forma clara que es lo que falló”, y enfatizó que “es importante analizar si fue un problema sistémico del Ejécito, de la brigada Huamachuco o de los conscriptos, ya que, no sabemos de casos en el pasado de esta misma brigada, por lo tanto, hay que ver si hubo algún cambio”.
Asimismo, señaló que “las instituciones de la defensa exigen la responsabilidad de mando, la sexta división del Ejército no puede tener errores ni fallas como esta porque es la división más importante que tiene Chile, la que está en la frontera norte del país con Bolivia”.
Por otro lado, sostuvo que “el Ejército debe revisar la preparación de los conscriptos, porque una cosa es preparar soldados para la guerra, y otra es preparar soldados que van a cumplir labores en fronteras, en seguridad pública o en la macrozona sur”.
La justicia militar
“Creo que la justicia militar debería funcionar cuando las fuerzas armadas están en sus labores, el tema es que hoy en día le hemos pedido a las fuerzas armadas que realicen labores excepcionales de forma frecuente”, analizó el experto.
Además, “claramente hay algunos fiscales y jueces que bien parecen activistas del progresismo y otros que no entienden la dinámica del mundo militar o policial”, comentó.
Y agregó que, “ahora tenemos una situación donde hay una participación militar y policial mucho más fuerte, por lo que tenemos que regular, pero si esta regulación a gran parte del mundo político le causa dolor de cabeza” habrá que pensar en soluciones efectivas.
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