Este viernes entró en vigencia la Ley de 40 horas, la cual indica una reducción de forma gradual de la jornada laboral de 45 horas semanales a 40, en un plazo de cinco años. Un hecho que ha sido esperado por muchos trabajadores y que, sin duda, reconfigura el sistema laboral.
La medida no estuvo exenta de polémica tras el debate ocasionado por la publicación del dictamen de la Dirección del Trabajo, cuando a tan solo días de su implementación, todavía existían dudas respecto de cómo se iba a desarrollar la reducción de la jornada laboral.
En una nueva edición de Entrevista Bio Bio Tv, se conversó con Manuel de la Castilleja, profesor de Derecho Laboral de la Facultad de Derecho de la Universidad Finis Terrae, quien en esta oportunidad explicó aspectos claves de la reducción de la jornada de trabajo.
Cambios al sistema
Uno de los aspectos que modifica la nueva normativa es el artículo 22, el cual señala quienes están excluidos del límite de la jornada laboral. En ese sentido, la Ley de 40 horas restringe su aplicación y permite regular el horario de aquellos trabajadores que no tienen fiscalización directa.
“Algunos se verán beneficiados por tener una jornada, y otros no, debido a que ya estaban acostumbrados a no tener horario fijo”, explicó el académico.
“Las jornadas especiales de trabajo tienen una modificación importante, porque ahora se establece la posibilidad de pactar promedios semanales”, sostuvo.
Respecto al sistema de turnos, “se mantienen las reglas generales, ahora la reducción es de una hora y debiese ser de común acuerdo entre empleador y trabajador, y debiese estar plasmado en el sistema de turnos”, dijo.
En cuanto a las personas que trabajan bajo boletas de honorarios, “para efectos del código del trabajo, no son trabajadores”, señaló. De hecho, “la situación respecto de la informalidad laboral es uno de los grandes temas que se discuten en los tribunales de trabajo”, agregó.
En ese sentido, explicó que, “mientras esa relación se mantenga así y no se declare laboral, ellos no se ven afectados por la modificación de la reducción de jornada”.
Por otro lado, “para poder transformar las horas trabajadas en días de vacaciones, tiene que haber un acuerdo previo entre trabajador y empleador, y este debería plasmarse en un anexo de contrato para la seguridad de ambas partes”, enfatizó.
El impacto hacia los trabajadores y su productividad
“Esto es un cambio de paradigma respecto de nuestro modelo de producción, y afectará a todas las empresas en mayor o menor medida”, dijo Manuel de la Castilleja.
“El impacto que tenga esta ley va a depender mucho de la empresa, el tipo de rubro y el trabajo que se efectúe”, sostuvo.
“La reducción de la jornada laboral no necesariamente se traduce de forma inmediata en un problema de productividad”, señaló.
“La reducción de la jornada laboral no necesariamente se traduce de forma inmediata en un problema de productividad”, de hecho, “sólo tendremos que aprender a desarrollar el trabajo en menos tiempo”, agregó.
“Quizás uno de los grandes cambios que tenemos que hacer es dar a conocer a las personas cuáles son los márgenes de una relación laboral”, explicó.
“Vamos a ver cómo va a ser el futuro, esperando corregir algunos problemas que se vayan presentando en el camino, va a ser un cambio más fácil para algunos, y más difícil para otros el ajustarse a las nuevas reglas del juego”, enfatizó.
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