Un día como hoy, 29 de diciembre, pero hace 25 años atrás, murió la cantautora y folclorista Gabriela Pizarro Soto.
No hay dos sin tres: Violeta, Margot y Gabriela
Gabriela Eliana Pizarro Soto, nacida en 1932 en Lebu, se convirtió en una figura emblemática del folclor chileno. Desde temprana edad, fue influenciada por su madre, Hortensia, una mujer activa con estudios musicales, y su nana, Elba González, una cantora popular. Aunque aspiraba a ser profesora, sus estudios en la Escuela Normal de Santiago se vieron interrumpidos por un severo problema visual. En 1954, se integró como alumna oyente en los cursos de folclore dictados por Margot Loyola en la Universidad de Chile, donde compartió aulas con destacados artistas como Rolando Alarcón, Víctor Jara y Silvia Urbina. Esta experiencia la llevó a revalorizar la tradición musical que había absorbido desde su infancia.
En 1958, Gabriela Pizarro organizó cursos de folclore en la Casa de la Cultura de Ñuñoa, donde agrupó a jóvenes para interpretar música campesina, dando origen al famoso conjunto Millaray. A través de este grupo, realizó una significativa labor de difusión en poblaciones urbanas y rurales, actuando en sindicatos y escuelas. Su compromiso con la música folclórica la llevó a viajar por todo el país, enseñando y colaborando en la formación de casas culturales. Se casó con Héctor Pavez, conocido como el Indio Pavez, y tuvo cinco hijos. En 1966, se convirtió en docente en la Facultad de Ciencias y Artes Musicales y Escénicas de la Universidad de Chile, donde impartió clases de guitarra folclórica y pedagogía musical.
Sin embargo, el régimen militar de 1973 la separó de sus cargos y, al año siguiente, fue expulsada de la universidad. Ante la difícil situación económica y social, Gabriela se transformó en cantora popular callejera, actuando en la Vega de Santiago y en peñas folclóricas. A pesar de las adversidades, continuó su labor musical, grabando un long play y viajando por Europa y Norteamérica para enseñar folclore. Tras el retorno a la democracia, recibió una pensión de gracia y publicó su libro “20 tonadas religiosas”. Fue galardonada con el premio municipal del folclore de Santiago y también la declararon hija ilustre de Lebu.
En este video, Nibaldo Mosciatti nos cuenta más acerca de la vida de este personaje histórico.