El 14 de marzo de 1915 se hundió frente a la Isla de Juan Fernández el crucero alemán Dresden.
Se trata de una embarcación que se encontraba en las costas de Sudamérica cuando en septiembre de 1914 recibió la orden de unirse al Escuadrón Alemán que operaba en el Pacífico. El problema era que para lograrlo tenía que cruzar la líneas inglesas formada por varios cruceros en el contexto de la primera guerra mundial.
Cuando comenzaron las maniobras, los británicos que se encontraban en Punta Arenas los detectaron y de inmediato salieron en persecución de este barco alemán.
Ambas escuadras se encontraron el 1 de noviembre de 1914 frente a la costa de Coronel donde hubo una batalla de tan solo minutos, finalizando con la victoria alemana y dos barcos británicos fueron hundidos.
En Londres clamaron venganza y enviaron a sus mejores buques a realizar ese trabajo. Los poderos cruceros Inflexible e Invencible con más de 2.000 hombres de tripulación enfilaron rumbo hacia las Islas Malvinas, que era la base naval inglesa en el Atlántico Sur.
Mientras tanto los cruceros alemanes cruzaron el Cabo de Hornos rumbo al Atlántico en dirección para Alemania y al no contar con suficiente combustible para atravesar el océano decidieron aceptar un nuevo golpe a los británicos y cargar carbón en las Islas Malvinas.
Así el 8 de diciembre los navíos alemanes llegan a Puerto Stanley en donde ya estaban los acorazados británicos junto a otros cruceros menores. Tenían la ventaja que podían disparar con sus cañones a larga distancia por lo que abrieron fuego a 14 kilómetros a los alemanes.
Tras el ataque los alemanes decidieron huir y algunas embarcaciones se hundieron con más de 2.000 hombres a bordo pero el Dresden al ser uno de los más rápidos fue el único en lograr llegar a Punta Arenas a salvo.
El 8 de marzo el Dresden llega a Robinson Crusoe pero el 14 de marzo llegaron las naves inglesas. Se cuenta que el combate solo duró 5 minutos y desde los primeros disparos se divisó un incendio en la copa de la nave alemana.
El capitán alemán ordenó a la tripulación abandonar la nave y hacerla estallar, una fuerte detonación en el compartimiento que guardaba los explosivos provocó el hundimiento del Dresden a las 11:30 de ese día 14 de marzo de 1915 en las aguas de Bahía Cumberland.