"Los Migrantes", de Marcelo Simonetti, una bella historia ilustrada, para conversar

Publicado por Francisca Grau Vargas
La información es de Ana Josefa Silva
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“Cada vez que escribo un libro destinado a la literatura infanto juvenil nunca sé para qué edad es; siempre espero que a los adultos les interese”, comenta Marcelo Simonetti en “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio, en conversación con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra.

Ello, a propósito del reciente lanzamiento de su bellísimo libro “Los Migrantes”, ilustrado por la artista catalana María Girón. “Todo libro es pretexto para una conversación. Esta es una buena instancia para los más chicos, para conversarles sobre la migración, para discutir y conversarlo”.

Marcelo propone “ir leyendo como de a sorbos este libro. Es un tema complejo, no hay un sola mirada. En esa lógica es bueno empezar a hablar para entenderlo. Mientras más temprano lo hablemos será mejor”.

La historia “toma el punto de vista de los niños que reciben a los migrantes”. Se trata de dos hermanos que van juntos al colegio. Y se enteran que se encontrarán con “un migrante” y no saben de qué se trata. “Incluso piensan que pueden ser palíndromos. Parten muy juguetones, que es como uno es cuando chico. Pero luego entra el miedo. Tienen esta complicidad entre los hermanos, que se acompañan en la aventura y a veces se contienen”.

“La palabra deja de ser entidad cuando se transforman en personas. El problema es que los reducimos a una etiqueta: tenemos que conocerlos más”

Sobre las ilustraciones, Marcelo cuenta que no conocía a María Girón. Él envió el libro a la editorial y ellos se encargaron de buscar a quien ilustraría esta historia. “En este caso se demoraron porque buscaron una que manejara dibujos de niños y la gestualidad facial”. Así llegaron a María. “El trabajo con ella fue muy fluido: fue recibir la propuesta y aplaudirla. Maneja muy bien el tema de la luz. (…) Si uno se fija, ella tiene un criterio cinematográfico”.

“Lo más llamativo es que lo trabajó en computador. Es un trabajo de largo aliento”. Habían intercambiado texto y dibujos a distancia, hasta que en un viaje a España, Marcelo se encontró con ella en Barcelona.

“Me gusta la promiscuidad escritor-ilustradora porque muchas veces aportan a resolver. Hay escenas que ella interpretó de alguna forma. Por ejemplo, en una de las páginas no aparecía el nombre: María tuvo la delicadeza de ponerlo la bicicleta”.

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“Cada vez que escribo un libro destinado a la literatura infanto juvenil nunca sé para qué edad es; siempre espero que a los adultos les interese”, comenta Marcelo Simonetti en “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio, en conversación con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra.

Ello, a propósito del reciente lanzamiento de su bellísimo libro “Los Migrantes”, ilustrado por la artista catalana María Girón. “Todo libro es pretexto para una conversación. Esta es una buena instancia para los más chicos, para conversarles sobre la migración, para discutir y conversarlo”.

Marcelo propone “ir leyendo como de a sorbos este libro. Es un tema complejo, no hay un sola mirada. En esa lógica es bueno empezar a hablar para entenderlo. Mientras más temprano lo hablemos será mejor”.

La historia “toma el punto de vista de los niños que reciben a los migrantes”. Se trata de dos hermanos que van juntos al colegio. Y se enteran que se encontrarán con “un migrante” y no saben de qué se trata. “Incluso piensan que pueden ser palíndromos. Parten muy juguetones, que es como uno es cuando chico. Pero luego entra el miedo. Tienen esta complicidad entre los hermanos, que se acompañan en la aventura y a veces se contienen”.

“La palabra deja de ser entidad cuando se transforman en personas. El problema es que los reducimos a una etiqueta: tenemos que conocerlos más”

Sobre las ilustraciones, Marcelo cuenta que no conocía a María Girón. Él envió el libro a la editorial y ellos se encargaron de buscar a quien ilustraría esta historia. “En este caso se demoraron porque buscaron una que manejara dibujos de niños y la gestualidad facial”. Así llegaron a María. “El trabajo con ella fue muy fluido: fue recibir la propuesta y aplaudirla. Maneja muy bien el tema de la luz. (…) Si uno se fija, ella tiene un criterio cinematográfico”.

“Lo más llamativo es que lo trabajó en computador. Es un trabajo de largo aliento”. Habían intercambiado texto y dibujos a distancia, hasta que en un viaje a España, Marcelo se encontró con ella en Barcelona.

“Me gusta la promiscuidad escritor-ilustradora porque muchas veces aportan a resolver. Hay escenas que ella interpretó de alguna forma. Por ejemplo, en una de las páginas no aparecía el nombre: María tuvo la delicadeza de ponerlo la bicicleta”.