"Succión", la novela de Nico Poblete sobre animitas, duelos y la usurpación de causas

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En la portada de “Succión”, la última novela de Nicolás Poblete (Editorial Cuarto Propio), aparece un osito de peluche. Es uno de los numerosos y variados objetos que se han acumulado a la orilla de la carretera del Sol, conformando una “animita”. A tal punto, que parece un mall.

Nicolás estuvo en el programa “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio, conversando con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra sobre su nuevo libro, sus personajes y de dónde surgieron.

“Estaba dando clases en una universidad”, recuerda, “y una de las tareas que propuse a los alumnos fue traer un lugar simbólico que fuera importante para ellos. Una chica llegó con fotos del memorial de la “Niña hermosa” (en la Carretera del Sol). Esto fue hace años y me quedó dando vueltas”, cuenta.

“Esta es una novela de voces, muy teatral”, dice. Por ello, explica, “leí mucho teatro”.

“Yo, como espectador, siempre me ha llamado la atención del teatro su capacidad de denuncia política y el humor, que es más bien sarcasmo. Leí muchas veces ‘Pigmalion’. Porque lo que más pensé fue el tono: yo no quería hacer una cosa melodramática”.

Toda la novela es como una larga carta de Saray, un personaje muy desparpajado, a la “Niña Hermosa”.

Durante mucho tiempo, y casi hasta el final, Nicolás trabajó pensando en el título “Usurpación”, porque la historia va de “apropiarse de un motivo, de una causa. Luego pensé en algo que es más burdo, ‘Succión’, pensando en la familia de uno de los personajes, que ejerce la filantropía pero como un acto de narcisismo”.

Ese es uno de los mundos. Otro es un gimnasio y el otro, la casa de los padres de “la niña hermosa”.

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En la portada de “Succión”, la última novela de Nicolás Poblete (Editorial Cuarto Propio), aparece un osito de peluche. Es uno de los numerosos y variados objetos que se han acumulado a la orilla de la carretera del Sol, conformando una “animita”. A tal punto, que parece un mall.

Nicolás estuvo en el programa “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio, conversando con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra sobre su nuevo libro, sus personajes y de dónde surgieron.

“Estaba dando clases en una universidad”, recuerda, “y una de las tareas que propuse a los alumnos fue traer un lugar simbólico que fuera importante para ellos. Una chica llegó con fotos del memorial de la “Niña hermosa” (en la Carretera del Sol). Esto fue hace años y me quedó dando vueltas”, cuenta.

“Esta es una novela de voces, muy teatral”, dice. Por ello, explica, “leí mucho teatro”.

“Yo, como espectador, siempre me ha llamado la atención del teatro su capacidad de denuncia política y el humor, que es más bien sarcasmo. Leí muchas veces ‘Pigmalion’. Porque lo que más pensé fue el tono: yo no quería hacer una cosa melodramática”.

Toda la novela es como una larga carta de Saray, un personaje muy desparpajado, a la “Niña Hermosa”.

Durante mucho tiempo, y casi hasta el final, Nicolás trabajó pensando en el título “Usurpación”, porque la historia va de “apropiarse de un motivo, de una causa. Luego pensé en algo que es más burdo, ‘Succión’, pensando en la familia de uno de los personajes, que ejerce la filantropía pero como un acto de narcisismo”.

Ese es uno de los mundos. Otro es un gimnasio y el otro, la casa de los padres de “la niña hermosa”.